Él, nominado en la categoría Mejor actor protagonista por su papelón en Joker, estaba en absolutamente todas las quinielas. Y se lo llevó. Ella, que este año acudía como acompañante, lo estaba también pero en la de las mejor vestidas de las noche de los Oscar. Y arrasó. Sin duda, la pareja más exitosa, elegante y con más rollo antes, durante y después de la alfombra roja fue la formada por Joaquin Phoenix y Rooney Mara y la de ayer fue una ocasión perfecta más para recordarnos que encarnan lo mejor de Hollywood. Son estrellas, y más cuando van vestidos de gala y con zapatillas deportivas.
Llevar las bailarinas en el bolso cuando se sale de fiesta es chicas listas y previsoras. Llevar unas Converse de bota en la recámara y conjuntarlas con un vestido de Alta Costura de Givenchy la noche de los Oscar es de reinas. La instánea la captó Greg Williams, otro genio de la imagen, y el momento, tan íntimo como la celebración de uno de los premios más importantes de la carrera de un actor, nos lo regaló a través de su cuenta de Instagram. Rooney y su chico. Joaquin y su novia. Los dos pletóricos compartiendo lo que mejor sabe tras un fiestón: un menú de hamburguesa (vegana) sentados en el suelo, relajados y sin miradas insiquidoras siguiéndoles a cada paso. El Oscar entre los dos. La felicidad en el aire.
El primero en enseñarnos (con permiso del mítico Emilio Aragón) que unos pantalones de vestir, o incluso que un esmoquin, quedaba infinitamente mejor con zapatillas que con zapatos acordonados o con hebillas fue el propio actor en 2017. La alfombra roja que pisaba era la del Festival de Cannes, y aquel atrevimiento no pasó por alto. De hecho, Joaquin llegó a pedir perdón aunque hubo quien no se creyó aquellas disculpas por saltarse el protocolo con un salto con los pies juntos que a otros, en cambio, les hizo mucha gracia.
Joaquin Phoenix, en el Festival de Cannes de 2017 con sus Converse.© Getty Images
Joaquin moló, de acuerdo, pero ayer su novia le superó con creces. Rooney Mara, en todos los listados de las mejor vestidas, peinadas y maquilladas de cualquier evento a pesar de que su look de niña bien gótica no suele salirse de sus líneas previamente marcadas, ayer volvió a coronarse como una de las más top con su vestidazo con encajes de su firma de cabecera: Givenchy. Si el paseíllo pre Oscar lo hizo probablemente con unas sandalias de tacón de aguja o unos zapatos clásicos en consonancia a todos los que ha llevado con sus decenas de vestidos negros firmados por la casa de Alta Costura, para la fiesta íntima de después se calzó sus zapas favoritas y con las que también la hemos visto cientos de veces: las Converse Chuck Taylor All Star de bota negras que tan bien quedaban con su vestido de fiesta.
¿Estamos ante una nueva tendencia? Solo podemos decir una cosa: OJALÁ.
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