Los duques de Sussex siguen en Canadá dando forma a su futuro, lejos de la prensa sensacionalista británica, disfrutando de pequeños placeres cotidianos como pasear a sus perros por el campo, preparar la cena juntos o leerle cuentos al pequeño Archie. También están en esa fase en la que han de poner en marcha nuevos negocios que les permitan asegurarse la ansiada independencia económica.
Pero no va a ser una tarea tan fácil como pensaban. Una fuente real ha explicado a la edición norteamericana de Harper’s Bazaar que «como el duque y la duquesa de Sussex están dando un paso atrás como miembros de alto rango de la familia real y trabajarán para lograr la independencia financiera, el uso de la palabra ‘real’, en este contexto, necesita ser revisado y las discusiones aún están en curso. Forma parte del proceso de transición de Harry y Meghan hacia su nueva vida, la planificación y el lanzamiento de su nueva organización sin fines de lucro están en marcha y los detalles se compartirán a su debido tiempo».
Según el Daily Mail, la reina Isabel II aún está valorando si la pareja podrá usar el título real, y desde Buckingham Palace no parecen demasiado partidarios de que los duques se lucren bajo el título de Sussex Royal. Y es que sería difícil que desde la Familia Real Británica pudieran controlar desde los objetos de merchandising hasta las acciones benéficas en las que la marca podría aparecer. E Isabel II prefiere no dejar cabos sueltos en este asunto que tantos dolores de cabeza le está dando.
Hasta ahora la marca Sussex Royal da nombre al dominio web en el que se recoge toda la información oficial de Meghan y Harry y también a su cuenta de Instagram, donde acumulan más de 11 millones de seguidores y donde comparten fotos personales en fechas especiales, como el día de la Madre.
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