¿Deberíamos dejar de llamar hamburguesas a las hamburguesas vegetales?

La hamburguesa es un formato que tiene aceptación y si su materia prima es vegetal (como la archiconocida Beyond meat), este capricho alimentario se convierte en un recurso al alcance de las personas que han decidido no comer carne. ¿Estamos todos de acuerdo en ello? Pues… no. Un ejemplo: ahora mismo se está debatiendo en el Parlamento Europeo si etiquetar como “hamburguesas” estos productos de origen vegetal es legítimo o habría que llamarlos discos vegetales para no confundir al consumidor porque (oh, sorpresa) se llaman hamburguesas pero no llevan carne.

“En realidad, yo no veo el problema de llamarlas hamburguesas, porque al fin y al cabo son un producto tipo filete. Para mí, lo realmente problemático es qué llevan y si son saludables o no”, explica Marian García, nutricionista, farmacéutica y profesora de la Universidad Isabel I… y tiene razón, ¿por qué debatir el nombre pudiendo debatir de qué está hecha esta carne vegetal?

Un recurso (puntual) para los que no pueden cocinar

Cualquiera de nosotros puede hacer en casa sus propias hamburguesas vegetales con legumbres y verduras, ¿pero tenemos tiempo para ello? La realidad es que cuando no disponemos ni siquiera de una hora y media para dedicarla a los fogones, el 43 % de nosotros echamos mano a los platos preparados. De hecho,ya tomamos 14 kg de ellos al año y muy alto en el ránking de los escogidos están las opciones que hacen temblar a los expertos en nutrición: canelones, pizzas, nuggets… según datos de la Asociación Española de Platos Preparados (ASEFAPRE).

La pregunta del millón es si las nuevas carnes vegetales han llegado a nuestras vidas a engrosar el listado de los ultraprocesados que debemos eludir o si constituyen un opción a tener en cuenta para incrementar el consumo de vegetales en nuestra dieta. “La cuestión es que estas alternativas, hechas a partir de guisantes y soja, también llevan aceites (que no tienen porqué ser los más saludables), bastante sal, aditivos…”, asegura Marian García.

La buena noticia es que entre las nuevas alternativas de carne vegetal, no todas son iguales. En España, por ejemplo, hay una empresa que se llama Foods for tomorrow, que tiene un producto que se llama heura realizado con proteína de soja a la que se le han añadido verduras e incluso posee opciones que incluyen aceite de oliva.

“Hay que distinguir entre alimentos como estos y otras opciones más procesadas que dejan de ser saludables, En cualquier caso, todas son alternativas de uso puntual y ninguna es sostenible si las comparamos con unas lentejas o unos guisantes. A mí me parece fantástico que existan estas alternativas, pero no pensemos que son más saludables ni más sostenibles que producir unas lentejas o unos guisantes, porque no lo son”, explica la experta.

Cómo escoger la mejor hamburguesa vegetal

Lo que tenemos que buscar a la hora de elegir entre una carne vegetal u otra es lo mismo que buscamos en cualquier otro alimento: la etiqueta. La lista de ingredientes y los porcentajes que allí aparecen nos ayudarán a saber si lo que nos llevamos a casa es sano o no. Una pista, si hay 12, 13 o 18 ingredientes… es hora de evaluar si necesitamos comer un producto que tenga aceite refinados, mucha sal o tantísimos aromas.

Otra precaución es no hacer caso de los claims saludables que algunas de estas marcas se adjudican. Por ejemplo, pueden destacar su cantidad de hierro y compararla con la cantidad de hierro de la carne. “Esas comparaciones son torticeras. La proteína vegetal y la de origen animal no son iguales, ni en lo malo (porque por ejemplo no llevan las mismas grasas); ni en lo bueno, porque la carne tiene cosas positivas que no tienen los vegetales. Lo más importante que hay que tener en cuenta es que ni estas carnes vegetales procesadas ni la carne roja son las alternativas más sostenibles ni las más saludables”, concluye la experta.

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