El coronavirus ha llegado al Reino Unido, de la misma forma que lo ha hecho en Europa. La enfermedad se extiende por el continente mientras la población sufre las consecuencias y mira al futuro con preocupación. Aunque no toda en su conjunto. Los más desafiantes y escépticos, como la princesa Ana o el príncipe Eduardo, se niegan a cancelar su agenda de compromisos reales y continúan con ellos.
La princesa Ana de Inglaterra tiene 69 años y en agosto cumple los 70. Su edad se acerca a la de las personas de riesgo y para ella contraer la enfermedad podría convertirse en un problema serio. Aun así, ayer visitó la British Horse Society y estuvo rodeada de caballos (y de personas) durante gran parte del día. La semana se presenta bastante completa para la princesa, con visitas a la Universidad de Londres y reuniones institucionales. No parece que nada la vaya a frenar.
El hijo menor de la reina Isabel II, Eduardo de Wessex, se ha convertido junto a Sofía de Wessex en uno de los focos de la realeza británica, tras la partida de los duques de Sussex. La pareja está disfrutando del protagonismo que le toca en estos momentos y son otros de los royals que se niegan a cancelar sus compromisos reales. La agenda del príncipe está repleta hasta el final de la semana, sábado incluido; mientras que los compromisos previstos para su mujer terminan el jueves. Ellos son más jóvenes y es verdad que su riesgo es menor, pero ponen en peligro al resto de la sociedad y a su propio sistema sanitario.
Otros nobles desafiantes son el duque y la duquesa de Gloucester. Ambos superan los 70 años, pero continuarán con su agenda real de la misma forma que el resto de personas que no escuchan a las autoridades. Lo que sí han cancelado Ricardo y Briggitte ha sido su encuentro con Beatriz de Holanda, que se ha pospuesto hasta nuevo aviso y como acuerdo entre ambas partes.
La semana pasada su desafío a la enfermedad fue mayor, con su asistencia al Cheltenham Festival, unas carreras de caballos que cada año congregan a gran parte de la alta sociedad británica. Y este año no ha sido menos, la princesa Ana, Peter y Autumn Phillips, Zara y Mike Tindall… e incluso Camilla de Cornualles, ninguno quiso perderse el gran evento. Pero esta semana las indicaciones del gobierno son claras: deben quedarse en casa y evitar aglomeraciones.
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