La crisis del coronavirus se está convirtiendo en una prueba de fuego para todos los países, enfrentándose a circunstancias hasta ahora desconocidas. Y uno tras otro llegan los mensajes a la población de los jefes de Estado. El último en llegar ha sido el de la reina Isabel II que, a sus 93 años, ha decidido retirarse al castillo de Windsor junto a su marido, Felipe de Edimburgo (de 98 años).
El comunicado comienza diciendo: «Mientras Philip y yo llegamos a Windsor hoy, sabemos que muchas personas y familias de Reino Unido y del mundo están entrando en un período de gran preocupación e incertidumbre. Todos hemos sido avisados para cambiar nuestras rutinas por el bien de las comunidades en las que vivimos, y en particular para proteger a los más vulnerables«.
«En tiempos como estos, recuerdo que la historia de nuestra nación ha sido forjada por personas y comunidades que se han unido para trabajar como una sola, concentrando nuestros esfuerzos y teniendo en mente un objetivo común. Estamos muy agradecidos por la experiencia y el compromiso de nuestros científicos, médicos y servicios de emergencia», continúa la Reina en su escrito.
«Ahora más que nunca todos tenemos un papel vital que desempeñar, tanto hoy como en los próximos días, semanas y meses», prosigue el comunicado. «Tendremos que encontrar nuevas formas de mantenernos en contacto entre nosotros y asegurarnos de que nuestros seres queridos estén seguros. Estoy segura de que estaremos a la altura de este desafío. Pueden estar seguros de que mi familia y yo estamos listos para desempeñar nuestro papel», concluye la reina Isabel II.
Con ella aislada en el castillo de Windsor y el príncipe Carlos guardando cuarentena –no hay que olvidar que ambos son grupo de riesgo por su edad– los expertos apuntan a que el príncipe William tomará un papel relevante durante la crisis del coronavirus.
A principios de semana, el secretario de Salud de Reino Unido, Matt Hancock, pidió a las personas mayores de 70 años que se autoaíslen, incluso si no tienen síntomas, en un intento por detener la propagación de la enfermedad y proteger a los más vulnerables de la sociedad.
Nigel Cawthorne, autor de Call Me Diana: Princess Diana on Herself, declaró al Daily Mail que «es completamente sensato que el príncipe William actúe en representación de la Reina. Tiene que haber una presencia física en la monarquía, no solo virtual. Es el tercero en la línea del trono y tiene una salud robusta como su hermano, y es poco probable que Covid-19 sea una amenaza grave para él o su esposa o hijos. Hará un gran trabajo». Incluso se apunta que tanto la princesa Beatriz, novena en la línea de sucesión al trono, y el príncipe Harry, podrían ser llamados para formar parte de un Consejo de Estado.
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