Cuando la moda funciona como armadura

En un momento en el que ante el coronavirus la indumentaria se convierte, y no únicamente de forma metafórica, en una armadura, recordamos la icónica imagen en la que Kate Moss posa con una armadura de Allen Jones. Inmortalizada por Harry Pearce, el poster, que formó parte de la exposición de Allen Jones en la Royal Academy, ahora está a la venta en la popular web IDEA.

Dos unidades han salido a la venta, y al ver la noticia, ha sido imposible para nosotros no pensar en el diseño con el que Cristina Pedroche ha despedido al 2019 y ha saludado al 2020. La presentadora lucía un traje/escultura de Jacinto de Manuel que parecía estar vaticinando, sin que nos diéramos cuenta hipnotizados por el champán y las uvas, lo que estaba por llegar: una etapa en la que la moda no funcionaría ya solo como una segunda piel, como ha ocurrido en momentos en los que los vestidos de Hervé Leger e incluso recientemente los diseños de látex de Balmain y Saint Laurent han llenado las pasarelas, sino como una suerte de armadura fashionista que intenta protegernos de los daños externos.

“El mundo piensa que la moda es algo frívolo que tendríamos que dejar en un segundo plano ante la existencia de problemas mucho más importantes. En realidad, la moda es una armadura con la que podemos sobrevivir diariamente”, aseguraba el fotógrafo Bill Cunningham.

Cuando Zendaya lució una coraza rosada de Tom Ford en los Critics’ Choice Awards, el vestido de Cristina Pedroche volvió a aparecer en nuestras mentes. Ahora, recordamos los looks de la presentadora y la actriz con una actitud diferente, pues en su momento, entendimos sus looks como homenajes al arte, a la moda y a la escultura. Sin embargo, no es extraño pensar ahora que quizás ambas lucieron armaduras con el fin de protegerse del exterior. De tener que luchar contra elementos externos, en esos momentos en los que el coronavirus no era una amenaza para occidente, ambas tendrían que enfrentarse a contagioso odio que se propaga en los comentarios de las redes sociales. Sin embargo, en plena crisis del coronavirus, es imposible no entender sus looks como armaduras.

En realidad, la moda lleva toda la vida protegiéndonos del exterior. No hemos de olvidar que su fin primigenio no fue presumir de silueta ni estar bellos, sino protegernos. Cuando Tom Ford creó la coraza de Zendaya, confesó haberse inspirado en las que el escultor Laude Lalanne hizo empleando moldes de yeso sobre los senos de la modelo Veruschka siguiendo la orden de Saint Laurent, que en su desfile otoño/invierno 1969 mostró el resultado sobre la pasarela. Ese no fue el único diseño-armadura de la historia de la moda, por supuesto..

Corsés metalizados de Dolce & Gabbana, Lady Gaga posando para David LaChapelle, Katy Perry en sus conciertos… son muchos los ejemplos de cómo la moda actual reinterpreta la armadura, pero la pregunta que ahora tenemos que hacernos es si la moda, realmente, puede protegernos en momentos como este. Aunque sea como forma de evasión mental, añadimos, sí puede.

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