Enamorarse (de nuevo) de tu casa, viajar a través de la lectura, volver a ver películas que te hicieron soñar, mantener conversaciones eternas con tu madre o con tu mejor amiga… La nueva rutina impone unas reglas desconocidas hasta el momento para la gran mayoría, momentos que es necesario llenar para no caer en la tristeza y otros en los que una parece necesitar más horas en el día para abarcar todas las tareas personales y laborales. Ante el horizonte de permanecer tanto tiempo en nuestra casa –ese espacio en el que, por primera vez, imaginamos como refugio– existen tantas maneras diferentes de afrontarlo como personas y, probablemente, varíen en función de cómo se siente una a lo largo de día. Para aquellas que tratan de ver el vaso medio lleno, para las que miran al cielo y sonríen, para la que cambian los muebles de sitio dos veces al día y para las que cada mañana continúan preguntándose “¿Qué me pongo hoy?”, para todas ellas se dirige este artículo.
Pero volvamos al concepto de casa-refugio. Que levante la mano la que no haya deseado vivir en un espacio más grande, la que no haya refunfuñado porque los armarios son demasiado pequeños o la que no haya jurado en hebreo por las fiestas de los vecinos… Sin embargo, ante la hostilidad del exterior, nuestra casa es hoy ese lugar al que siempre querremos volver, el que imaginamos envueltas en largos vestidos de punto mientras leemos un libro en el sofá y el mismo que soñamos vestidas con reconfortantes chaquetas de punto. En definitiva, la ropa y el hogar como metáfora de una vida mejor.
© Cortesía de Zara
Cardigan largo, de Zara. COMPRAR
Cuando alargar las horas en pijama resulta de lo más tentador, llega Zara para recordarnos que la ropa que llevamos (también en casa) tiene mucho que ver con nuestra actitud. Saber adaptar las prendas a las situaciones (y no lo contrario) es la esperanza de un futuro mejor y componer dos o tres uniformes se impone como medida para vencer la pereza y mantener la comodidad. A la vista de estos nuevos retos estilísticos, la firma gallega lanza una colección que mezcla dos de los que fueran los tejidos estrella del invierno y los reactualiza en clave homewear. Porque el punto y la lana están muy bien para ir a la oficina o para salir a pasear, pero también para refugiarse en ellos.
© Cortesía de Zara
Vestido de lana y punto, de Zara. COMPRAR
Mantener el equilibrio estilístico pasa por elegir texturas que recogen y colores que calman el espíritu como el gris perla, el blanco roto o el arena y explorar todas sus posibilidades. Llevarlas hoy en casa y mañana en la calle reconfigura el orden del fondo de armario que nace en la primavera de 2020.
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