- El marido de la infanta Cristina ha acudido, por cuarta vez, al Hogar Don Orione, de Pozuelo de Alarcón.
- La polémica vuelve a salpicarle porque el centro ha decidido tapar sus verjas para preservar la privacidad del yerno del Rey en su interior.
Iñaki Urdangarin continúa con su voluntariado. A las diez de la mañana de hoy martes, 1 de octubre, el marido de la infanta Cristina llegaba al Hogar Don Orione tras casi una hora de trayecto desde la cárcel de Brieva, en Ávila, donde cumple condena por el caso Noós. El marido de la infanta Cristina llegaba a este centro religioso de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, a bordo de un coche con dos escoltas como ha hecho en sus anteriores visitas.
Como ya es habitual, el yerno del Rey se bajó del vehículo con una sonrisa para los medios de comunicación que le esperaban a las puertas del Hogar Don Orione y, esta vez, se encontró a uno de los usuarios en la puerta.
A su llegara al centro, pudimos comprobar que Iñaki ya ha elegido ‘uniforme’ para cumplir con su labor social: volvió a lucir una camisa verde y unos pantalos chinos en azul marino como en su tercer día como voluntario. También llevaba la misma bolsa con mensaje ecologista de Ecoalf que estrenó en su segundo día.
A pesar de que el marido de la infanta Cristina continúa con su labor social y está plenamente integrado en el Hogar Don Orione, la polémica le persigue. El centro social ha decidido tapar, con una malla negra, parte de la verja del centro religioso para preservar la intimidad de Iñaki mientras ejercer sus labores como voluntario en el interior del mismo. Además, el yerno del Rey ha visto cómo la fiscalía solicitaba que se revocara su permiso para salir de la cárcel de Brieva, en Ávila, y ejercer de voluntario.
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