Kirsten Dunst desvela la razón por la que está muy decepcionada con todos sus compañeros de Hollywood

La carrera profesional de Kirsten Dunst en toda una rareza en Hollywood. O mejor dicho, la excepción que confirma la regla de que todos los actores que triunfan en el cine siendo niños están condenados a ser un muñeco roto. Y ella, que debutó en la pantalla grande en 1994 protagonizando Entrevista con el vampiro al lado de tres gigantes como Brad Pitt, Tom Cruise y [Antonio Banderas](https://www.revistavanityfair.es/tags/antonio-banderas/3386), tenía todas las papeletas para acabar muy mal llegada la adolescencia.

Afortunadamente para ella, su futuro fue muy distinto. En lugar de acabar sepultada por los escándalos y las drogas; aquella niña de 10 años que confesó que le daba asco besar a Pitt se labró una carrera que más quisieran para sí muchas actrices adultas. Y con títulos de lo más variado, ya que lo mismo te interpretaba a la pequeña Amy en Mujercitas que se convertía en la novia del primer Spider-Man, sufría a las órdenes de Lars Von Trier en Melancholia o apadrinaba a una directora hoy de culto como Sofia Coppola aceptando participar en su primera cinta, la magnífica Las vírgenes suicidas.

Papeles de registros muy diferentes que, sin embargo, no han sido nunca reconocidos con ningún premio importante, solo alguna nominación. Y esa es una espinita que parece tener clavada Dunst en el corazón, que harta de ser ninguneada por la industria, por fin se ha quejado públicamente de lo poco que sus compañeros y los críticos han reconocido su trabajo a lo largo de estas décadas.

“Estoy muy decepcionada”, confesaba la actriz en una entrevista en la emisora de radio estadounidense SiriusXM, en la que afirmaba que mucha gente no entendió lo atrevidas que eran alguna de sus películas cuando se estrenaron aunque ahora sean consideradas joyas.

“¿Recuerdas cuando hice Maria Antonieta? Todo el mundo la puso a caldo y ahora dicen que es muy buena. Y lo mismo pasó cuando estrené Muérete bonita. En su día la crucificaron y hoy todos la aman. No sé, me resulta interesante que todo lo que hago le guste a la gente tan tarde”, explicaba.

“Y por cierto, tampoco he recibido ese reconocimiento nunca por parte de mi industria. Nunca me han nominado por nada. Quizás he optado a un par de Globos de Oro cuando era pequeña y también hace un par de años por la serie Fargo, pero nada más”, se quejaba.

“No sé, quizás se creen que sigo siendo aquella chica que interpretaba a una cheerleader en A por todas. Pero en serio, muchas veces me pregunto qué he hecho mal. ¿Será que no les sigo el juego demasiado?”, continuaba.

“Porque sé que al final del día lo único que importa es lo orgullosa que estás de tu trabajo. Soy lo suficientemente inteligente como para tener esa perspectiva. Pero a veces estaría genial ser reconocida por tus compañeros”, concluía. Y razón no le falta. Si el mundo se movilizó hace tres años para que Leonardo DiCaprio consiguiera su Oscar, ¿qué deberíamos hacer para que Kirsten también tenga ya el suyo?

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