La de ayer fue una noche muy dura para Rocío Flores (su espectacular pérdida de peso en mes y medio). De las que más en estos casi dos meses que llevamos de ‘Supervivientes 2020’. La joven sufría uno de sus ya célebres en el concurso ataques de ansiedad. La culpa, de las dos compañeras con las que más roces está teniendo y que se han hecho cada vez más complicados de soportar para ella.
La primera de ellas, Ana María Aldón, que si bien tras la llamada de José Ortega Cano en la que dejaba muy claro que quería que a su mujer se le remarcase lo importante que es para él la familia, lanzando esa indirecta sobre el parentesco con una Rocío por la que no ha dado la cara en ningún momento, parecía recular, este jueves volvía a las andadas.
Esta realizaba una sentencia que se le clavaba como un puñal a Flores. «Mi familia ya la tengo en España«, soltaba de manera tajante. Y, sin arrugarse y mostrando la fortaleza con la que afronta la recta final del ‘reality’, añadía: «Yo soy yo aquí y en Pekín. Hago mi concurso. No quiero molestar a nadie. Aquí vengo a concursar». A Rocío, se le humedecían los ojos, pero conseguía mantener el tipo.
Sin embargo, las palabras de su máxima enemiga, Yiya, la remataban. Rocío aseguraba hace unos días a algunos de sus compañeros, que esta solo va a por ella en busca de fama y de poder vender una exclusiva cuando regrese a España. Pero, una cosa es soportar las embestidas de las tensiones del día a día, y otra escuchar como te insultan.
Lo de Ana María me ha venido súper grande durante todo el concurso»
Flores intentaba contener las lágrimas, como decíamos, cuando Yiya hizo el comentario desafortunado de la noche: «Está haciendo ruidos de morsa«. Rocío no aguantó el insulto y se marchó de la palapa. Era demasiado y la gota que colmaba el vaso de su paciencia, acababa de caer de golpe. Y explotaba en medio de un nuevo ataque de nervios.
«Lo de Ana María me ha venido súper grande durante todo el concurso y lo de Yiya me ha hecho explotar. Ella lo sabe porque lo vengo diciendo desde el minuto uno, pero allá ella. Intento hacer el concurso lo mejor que puedo. No entiendo la actitud que tiene. ¿Cómo puede tener una persona al lado que me llama de todo y no es capaz de decir ni mu? No lo entiendo. No sé si yo soy la rara o que mi forma de ser es diferente», se desahogaba antes de admitir que la mujer de Ortega Cano ha sido su gran decepción.
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