La complicidad que existe entre Tamara Falcó y su madre no puede negarla nadie. A lo largo de los años, esta ha ido aceptando a las parejas que Isabel Preysler ha tenido después de su padre, el fallecido marqués de Griñón (su triste y fría despedida). Primero fue Miguel Boyer y, ahora, Mario Vargas Llosa. Con ambos ha convivido y a los dos les ha otorgado el título de ‘tito’, como se ha referido a ellos siempre de manera cariñosa.
En estas semanas grises tras la pérdida de su padre como consecuencia del coronavirus, Isabel se ha convertido en uno de los pilares básicos para levantar el ánimo (con permiso de su sobrio y ahijado, Miguel Verdasco). Así que ayer, Día de la Madre (así lo celebraron los famosos en las redes), tocaba rendirle un homenaje público.
Por la tarde, Tamara sorprendía compartiendo en su Instagram una foto de cuando tendría uno o dos años, en brazos de su madre, con cara de felicidad absoluta y acompañando esa imagen con un simple «mami» y un corazón que hablaban por sí solos. No necesitaba más descripción. El amor que sienten la una por la otra, es más que conocido, y reconocido por ambas de cara a los medios de comunicación.
Una de las enseñanzas que nos dejó Tamara el día que ganó ‘MasterChef Celebrity’, más allá de la sorpresa que supuso para muchos la pericia con la que se movía entre los fogones, fue ese reconocimiento a sus padres, de los que dijo que siempre le habían inculcado el espíritu de superación para que no se conformara e intentara ser cada día mejor.
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