Así envejece tu pelo: hablamos con un experto en salud capilar

En la sociedad occidental actual se le confiere una gran importancia al aspecto del cabello. Nuestro pelo trasciende la dimensión meramente estética para convertirse en una prolongación de nuestra personalidad y en expresión de feminidad. De estas connotaciones se desprende la gran afectación emocional que provocan enfermedades como la alopecia, un tema que ha adquirido gran visibilidad tras el incidente protagonizado en los Oscar por Will Smith.

Sin embargo, nuestro cabello no es el mismo durante toda la vida, igual que el resto de nuestro cuerpo, evoluciona y su aspecto se ve modificado por diferentes factores, entre los que cobra especial relevancia el propio paso del tiempo. «La fibra capilar es un producto del folículo piloso, formada en su mayor parte por queratina. Los folículos pilosos forman parte de la piel y envejecen a la par que ésta«, detalla el doctor Carlos Morales, dermatólogo y tricólogo.

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Para entenderlo mejor, el experto lo explica comparándolo con nuestra dermis: «En la piel el envejecimiento se aprecia por aparición de manchas, rojeces, pérdida de firmeza y arrugas. En el cabello ocurre un proceso de envejecimiento similar con aparición de canas, pérdida del grosor y número de fibras capilares y de las características que se le presuponen a un cabello joven y sano como el brillo y la densidad». Todas ellas son características que vamos a analizar en profundidad.

A vueltas con las canas

Una de las señales más obvias de que el cabello está envejeciendo es la aparición de canas. De hecho, este es el motivo por el que durante tantos años se han intentado ocultar. Según explica el doctor, estos cabellos blancos se deben a la pérdida de la capacidad de nuestro organismo para producir ese color: «En el folículo piloso, existen melanocitos que producen melanina -responsable de dar color al cabello-. Con el paso del tiempo y debido a razones genéticas y daños moleculares debidos al estrés oxidativo, estos melanocitos pierden su capacidad de producir melanina o de transmitírsela a la fibra capilar, careciendo ésta de pigmento y por lo tanto apareciendo de color blanco-grisáceo». Afortunadamente, en la actualidad, existe una mayor aceptación de estos cabellos sin color y cada persona decide si quiere lucirlos o teñirlos.

El doctor también responde a una cuestión recurrente: ¿por qué a unos les aparecen antes y a otros después? ¿por qué a unos más y a otros menos? Siguiendo con el símil de la piel, el especialista compara las canas con las manchas de la piel: «En algunas personas aparecen manchas y en otras no, en iguales condiciones de exposición solar». La razón para ambas cuestiones está en la genética, a lo que se añade «la capacidad de neutralizar los radicales libres producidos en el proceso de estrés oxidativo», en palabras del tricólogo.

El tamaño de la coleta importa

A menudo, hacernos una coleta es uno de los gestos a través del que notamos la pérdida de densidad en nuestra melena. Cuando juntamos nuestro pelo, advertimos que el grosor del punto donde se juntan todas las fibras capilares ha disminuido y esto nos hace ponernos en alerta. «Conforme las fibras capilares van perdiendo grosor, la densidad capilar va disminuyendo», apunta el tricólogo. Esto ocurre, según detalla el doctor Morales porque aumenta la separación entre las fibras capilares y disminuye el grosor de muchas de ellas. Además, comienzan a aparecer solo una o dos fibras capilares por folículo piloso, cuando antes eran dos o tres, que es lo habitual.

El doctor apunta algunas soluciones que además se aplican, en el caso de la Clínica Dr. Morales Raya, de manera personalizada a cada paciente: «puede incluir tratamiento tópico, oral, microinyecciones, láser, peeling, o hidrodermoabrasión con infusión de nutrientes. El objetivo es mejorar la salud del cuero cabelludo que ocasionará una mejoría en la apariencia y en la salud de la fibra capilar».

Caída del pelo por envejecimiento

Cuando aumenta la cantidad de pelo que se queda en el cepillo, en la ducha o en la almohada, volvemos a ponernos en estado de alerta. El doctor explica que existen muchos tipos de caída de cabello y factores que las explican. El envejecimiento es un uno de ellos y una vez hemos ratificado con un especialista que nuestra caída está provocada por el paso del tiempo, comienza la búsqueda del antídoto que la detenga. Se ha escrito mucho sobre este tipo de elixires y debido a la proliferación de diferentes remedios y fórmulas sin eficacia probada científicamente debemos ser serios en este aspecto y adquirirlos en farmacias, parafarmacias o bajo recomendación de un especialista.

Los procedimientos para frenar la caída del cabello por envejecimiento están orientados a mejorar la producción de pelo por parte del folículo: «Para ello los tratamientos más utilizados son la terapia oral con minoxidil, antiandrógenos y antioxidantes», explica el médico, a lo que añade otra alternativa: «En cuanto a microinyecciones, se ha demostrado una mejoría significativa tras el uso de plasma rico en plaquetas, antiandrógenos, péptidos, aminoácidos y antioxidantes como la melatonina».

Pero entonces, ¿los champús y tratamientos de uso tópico tienen alguna eficacia? «Los productos de uso tópico con aclarado tienen una eficacia limitada en la producción. capilar, dado su poco tiempo de contacto con el cuero cabelludo. Los productos de uso tópico tipo sérum, mascarillas y demás mejoran de manera más prolongada estas cualidades, ya que el tiempo de contacto es mayor», explica el doctor.

Nutrición y nutricosmética

Contra todos estos problemas, también se puede luchar desde dentro, es decir cuidando nuestra alimentación. El doctor indica que una alimentación sana y equilibrada suele ser suficiente para mantener una buena salud capilar y resalta dos componentes de la dieta. En primer lugar «las frutas y verduras y los alimentos que contienen ácidos grasos poliinsaturados por su alta capacidad antioxidante y de eliminar o neutralizar los radicales libres producidos por el estrés oxidativo». Además de esto, el especialista subraya la importancia de «una adecuada ingesta proteica animal o vegetal para asegurarnos un correcto aporte de aminoácidos esenciales que nos aseguren una correcta formación de colágeno y queratina».

Por otro lado, el doctor Morales apunta al especial desarrollo que ha tenido en los últimos tiempos la nutricosmética capilar y elabora una lista de los componentes que deberíamos buscar en estos suplementos: «Las fórmulas más equilibradas incluyen antiandrógenos vegetales como la serenoa repens y la curcubita pepo, antioxidantes como la vitamina C, vitamina E, el resveratrol y la melatonina, minerales como el zinc, el hierro y el selenio».

Como conclusión y tal y como resume el experto, todo esto nos debería servir para empezar a contemplar el envejecimiento capilar, con la misma importancia que le damos a la piel. «Ambos se pueden prevenir y tratar mejorando la apariencia de la piel y del pelo, ya que al igual que una piel sana es una piel bonita, un cuero cabelludo sano es un pelo bonito», remarca.



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