Volví de las vacaciones de verano con una mancha en la frente. Aterrorizada. Dispuesta a acabar con ella. Después de haber escrito durante años sobre la infalible capacidad blanqueadora de una mezcla de retinol y vitamina C, me puse a ello sin miedo. Al cabo de una semana, la mancha iba perdiendo tono pero mi piel estaba sufriendo. Como no sabía si la irritación podía ir a más, pregunté a mis expertos de cabecera. Además de una solución para calmar la piel, me dieron una información valiosa que hoy comparto: por ejemplo, que con la cosmética, es peor pasarse que no llegar. Tanto la limpieza como la hidratación y los cuidados anti-edad tienen una razón de ser y usar y, muy importante, una dosis correcta.
El frotar se va a acabar
Limpiar la piel es lo más importante de cara al cuidado del rostro. Si éste no está limpio, el resto de cosméticos no funcionan correctamente. Aunque cueste creerlo, cuanto más suave es una limpieza, mejor responde la piel. Ya en Estados Unidos se dieron cuenta y acuñaron el término ‘face overcleansing’, un problema que se da entre las aficionadas a las limpiezas constantes que, además, sufren acné, la piel muy seca y/o sensible. Lavada con demasiada frecuencia e intención deja a la piel desprotegida en sus capas más sensibles, eliminando la barrera natural que tan necesaria es para evitar el envejecimiento prematuro. Si notas que, tras lavarte la cara, la piel está tirante significa que estás abusando.
Una vez más, el experto habla: mejor sólo una vez al día y con un producto adecuado a tu tipo de piel. Si es muy grasa, dos veces. Tampoco es aconsejable abusar de los cepillos y otros gadgets de limpieza porque pueden estimular el folículo y provocar granitos que, de otra manera, no hubieran salido.
Esto nos lleva a la exfoliación, aunque también ha de hacerse en su justa medida. Una exfoliación excesiva no sólo no ilumina más, sino que puede provocar manchas. Hay que hacerlo suavemente, no más de una vez por semana y si puede ser con un exfoliante ecológico. Los expertos defienden que aumentando la frecuencia y/o la intensidad del peeling casero se pueden producir diferenciaciones celulares anómalas. Si se reduce demasiado el grosor del estrato córneo, que no debe liberar más de una capa de células al día, la piel se queda indefensa. La capa córnea es, junto con la melanina y el sudor, una de las defensas que la piel tiene contra el sol. En realidad, actúa como un filtro físico contra las radiaciones. Si se afina demasiado, puede sensibilizarse frente a los UV, dando lugar a manchas oscuras y eritemas.
No apliques una cantidad excesiva de crema
La dermis, a partir de un nivel, no absorbe más sustancias por mucha crema que se aplique. Y tampoco usar varios productos garantiza una mejor respuesta por parte de la piel. De serum se deben usar cinco gotas: una en la frente, una en la barbilla, una en la nariz y una en cada mejilla. De crema, igual: una cantidad equivalente al tamaño de un guisante repartido por toda la cara. Otra para cuello y escote y se acabó.
Cuando ponemos demasiada cantidad de crema o de una textura que no conviene, salen granitos, también conocidos como acné cosmético. Y un último consejo: antes de comprar un suero de vitaminas, ácidos, etc. pide consejo sobre su utilización. Cuando hablamos de retinol, normalmente se aconseja hacer un periodo de adaptación de la piel al retinol, empezando por las concentraciones inferiores y subir concentración a medida que la piel se acostumbra al principio activo.
Fecha original del artículo: 2016.
Fuente: Leer Artículo Completo