Por todas es sabido que el frío es uno de los enemigos de la piel y durante esta ola de frío hemos podido comprobarlo en la nuestra propia: se ha cuarteado, irritado, secado, deshidratado y enrojecido. En conclusión, lo que parece que tenemos que hacer es huir del frío. Pero antes de echar a correr, un momento, porque nunca pensamos que Filomena pudiera hacernos un favor, y es que el frío tiene también muchos beneficios para la piel.
En concreto, pasar un hielo por el rostro o lavar la cara con agua fría puede hacer mucho por el aspecto de la piel. Eso sí, hay que aplicarlo con cautela porque sino es cuando se convierte en enemigo: «El hielo se puede integrar en la rutina de higiene facial, siempre y cuando éste vaya cubierto por una toalla o paño de algodón que proteja la piel del contacto directo con el hielo. Masajear el rostro de esta manera para activar el frío«, explica la maquilladora Cristina Lobato. «Es importante controlar los tiempos de exposición del hielo ya que pueden llegar a quemar la piel«, aclara la maquilladora.
Beneficios del hielo en la piel
Lo primero que ha dejado claro la maquilladora es que el hielo puede funcionar como el primer natural para la piel, haciendo que el maquillaje se vea mejor: «El frío ayuda a redefinir el poro y a atenuar su presencia en el rostro por lo que nuestra piel tendrá un aspecto más liso y definido, perfecto para aplicar el maquillaje.»La piel se vuelve más tersa con el hielo, ya que consigue que se cierren los poros dilatados al contraerse con el frío. Así, evitaremos que aparezcan nuevas arrugas y líneas de expresión, hidrataremos y tonificaremos más la piel«, añade.
En definitiva, es un ingrediente antiedad: «El frío, al contacto con la piel, activa la circulación sanguínea, lo que con el tiempo ayuda a rejuvenecerla. Una mala circulación se produce cuando las venas se inflaman y la sangre no puede circular libremente. Aplicar frío en la cara ayuda a deshinchar las venas y purifica el rostro. De esta forma conseguirás un aspecto jovial y sano», señala Cristina.
A esto hay que añadir que es descongestionante: «Regenera, descongestiona y desinflama la zona de la bolsa o las zonas que acumulan más líquido. Con el paso del tiempo, hay algunas ojeras que toman forma de bolsa, se van arrugando y no son nada bonitas. El hielo es un buen aliado para este tipo de inflamaciones. Envolver algunos cubitos en un paño suave y aplicarlo bajo los ojos durante aproximadamente 15 minutos hará que desaparezcan», explica Lobato.
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