A estas alturas, con todo lo que sabemos sobre los riesgos que conlleva tomar el sol en exceso y la cantidad de cremas protectoras que existen, quemarnos es un error de principiante. Pero si ocurre, ¿qué producto podemos aplicarnos para aliviar el dolor y el picor? ¿Qué trucos caseros funcionan y cuáles no deberíamos probar jamás? Nos lo aclara todo la Dra. Bárbara Vázquez, dermatóloga de Virginia Sánchez Equipo de Dermatología
El sol, saludable pero en pequeñas dosis
Como habrás oído muchas veces, y nos corrobora la Dra. Vázquez, tomar el sol es necesario para la síntesis de vitamina D, pero con mesura. De hecho, como nos aclara esta dermatóloga, son suficientes 15 minutos al día tres veces por semana. ¿Con o sin protección? Como dice la dermatóloga, «aunque en teoría los protectores solares podrían disminuir la producción de vitamina D en nuestra piel, en la práctica se ha visto que esto no sucede, probablemente en parte porque casi nadie los aplica en las cantidades e intervalos adecuados». Así que no es necesario que los evites ni que aumentes la exposición al sol si los usas.
Ah, y por si tienes dudas y te preocupa la piel de tu rostro, no es necesario que la cara forme parte de la superficie expuesta al sol si lo que buscas es cubrir tus necesidades de síntesis de vitamina D. Como nos aclara Vázquez, basta que expongas otras zonas, como los brazos y las piernas.
Los errores que no debes cometer al tomar el sol
Como es mejor prevenir que curar, lo ideal es que no llegues a quemarte nunca, así que no cometas los errores que nos cuenta la Dra. Vázquez, sobre todo si vas a la playa, la piscina, el campo o simplemente estás al aire libre. “No realizar una exposición solar gradual, empezando por unos pocos minutos al día, es un error común que nos puede llevar a quemarnos de forma inadvertida”, dice. Otros errores que cometemos con frecuencia, según esta experta, son “aplicar una cantidad insuficiente de fotoprotector, olvidarnos de volver a aplicarlo cada 2 o 3 horas o al salir del agua, o subestimar la exposición solar y el riesgo de quemaduras en los días nublados o mientras nos bañamos”.
¿Te has quemado?
Aunque no tengas una quemadura evidente, puede que sí te hayas quemado con el sol. Como nos explica la Dra. Vázquez, “el principal signo es el enrojecimiento de la piel, que alcanza su máximo generalmente entre las 6 y las 24 horas tras la exposición, y suele acompañarse de molestias o dolor”. “Las quemaduras de mayor intensidad pueden presentarse con ampollas y, en casos más graves, síntomas generales como la fiebre, la debilidad o el shock”, añade.
¿Qué hacer si tienes alguno de estos últimos síntomas? Como subraya la dermatóloga, “deberemos acudir a un médico si presentamos quemaduras extensas con ampollas, si sentimos escalofríos o dolor de cabeza, o si tenemos fiebre”.
Qué cremas o productos son buenos
¿Qué componentes o productos sí funcionan o deberíamos utilizar si nos hemos quemado ligeramente? ¿Sirve el típico aftersun? Como nos aclara la Dra. Vázquez, “ante una quemadura leve podemos aplicar cremas hidratantes fluidas o recurrir a las lociones aftersun, que suelen tener fórmulas ligeras e incluir componentes que ayudan a calmar las molestias asociadas”.
¿Es el aftersun entonces lo mejor tras la exposición solar o sirve cualquier crema hidratante? Como dice la experta, “las lociones aftersun contienen activos calmantes que pueden aportar sensación de frescor y ayudarnos a mejorar los síntomas de una quemadura solar, pero, en su defecto, podemos emplear cremas hidratantes que sean ligeras y fluidas”.
¿Y si te duele? “Para el dolor acompañante pueden ayudar los antiinflamatorios orales, pero deberemos evitar aplicar cremas que contengan anestésicos locales, ante el riesgo de desarrollar una dermatitis de contacto”, apunta la dermatóloga.
¿Y los remedios caseros?
Vinagre, leche fría, aloe vera… ¿qué remedios caseros no deberíamos utilizar jamás frente a una quemadura solar y cuáles sí funcionan? Como nos aclara la Dra. Vázquez, “si nos hemos quemado, podemos aplicar sobre la zona afectada compresas con agua fría corriente, durante 10-15 minutos, varias veces al día”. “Los baños o duchas con agua fresca también nos pueden ayudar a aliviar las molestias”, añade.
En cuanto al aloe vera, la experta afirma que «es uno de los componentes que, por sus propiedades, suele incluirse en muchas lociones aftersun y cremas hidratantes, y nos puede ayudar a calmar las molestias asociadas a una quemadura solar». pero, como recalca la dermatóloga, «lo ideal es que no recurramos a aplicar el jugo de la propia planta sino que usemos lociones que incluyan el aloe vera en su formulación».
Y respecto a los remedios caseros, lo que no es aconsejable, como recalca la experta, “es que recurramos a otros remedios caseros como la aplicación de leche fría, tomate o espuma de afeitar, que en ocasiones podemos encontrar en la red u otras fuentes”.
Las consecuencias de las quemaduras solares
Quemarte con el sol, aunque sea de forma roma leve, e incluso tomar el sol en exceso, deja huella en tu piel, como nos confirma la dermatóloga: “Las quemaduras solares y la exposición solar crónica pueden aumentar el riesgo de sufrir diversos tipos de cáncer cutáneo, dado que la radiación ultravioleta es capaz de dañar el ADN de las células de nuestra piel”.
Además, como apunta la Dra. Vázquez, “la exposición crónica al sol juega un papel fundamental en el envejecimiento cutáneo, provocando la aparición de arrugas y manchas”. Y, por si lo dudas, “otras fuentes de radiación ultravioleta, como las cabinas de bronceado, también suponen un factor de riesgo para el cáncer cutáneo y aceleran el envejecimiento de nuestra piel”, apunta la experta.
La mejor protección solar
¿Qué tipo de protectores solares son los que más protegen? Como nos explica la dermatóloga, “debemos buscar protectores solares con una protección de amplio espectro y un factor de protección solar (FPS) alto, superior a 30”. Además, como apunta la Dra. Vázquez, “conviene que su aplicación nos resulte agradable, para que nos aseguremos de aplicarlo con frecuencia y en cantidad suficiente”.
¿Y para los niños? La experta apunta que la mejor opción es optar por los fotoprotectores pediátricos con filtros minerales. “En niños menores de seis meses no está indicado el uso de fotoprotectores y, por tanto, deberemos evitar la exposición solar directa”, dice.
Y, en cualquier caso, como recomienda la experta, “no debes olvidarte de acompañar los fotoprotectores con otras medidas como el uso de gafas de sol, sombreros y prendas de ropa adecuadas, así como evitar la exposición en las horas centrales del día”.
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Vía: ELLE ES
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