Mitos y verdades del orgasmo femenino

“Al orgasmo solo se llega con la penetración”, “si te masturbas tú sola será más difícil alcanzar el clímax con tu pareja”, “es más complicado que las mujeres lleguen al orgasmo que los hombres”, “si no se llega al orgasmo no se ha disfrutado del sexo”….y así podríamos seguir enumerando todas y cada una de las invenciones que se han ido generando a lo largo de la historia en torno al orgasmo femenino.

Mitos que han sido alimentados por una serie de factores que no han hecho ningún favor a las mujeres (ni a lo hombres), que han visto relegadas su placer en un segundo plano por encima del sector masculino, instaurando el falocentrismo y coitocentrismo como principal premisa de las relaciones sexuales.

Existe todo un mundo más allá que es de vital importancia que sea descubierto y tratado con la importancia e igualdad que le corresponde. Y pesar de que cada vez esta brecha se esté reduciendo más gracias a la divulgación, información y educación, todavía existen en la actualidad una gran cantidad de mitos sobre el orgasmo femenino que deben ser erradicados cuanto antes de una vez por todas. Para ello, desde Harper’s Bazaar hemos contactado con el equipo de expertas sexólogas de la plataforma Platanomelón y con la psicóloga y sexóloga Judith Viudes y todo esto es lo que nos han contado:

Desconocimiento y falta de información del orgasmo femenino

Probablemente el mayor problema que reside en torno a la sexualidad de la mujer es el desconocimiento, machismo y falta de información que existe en la sociedad, a pesar de que estemos en pleno S.XXI. La falta desde pequeños de una asignatura en los colegios que trate la Educación Sexual, la pornografía que empezamos a consumir desde que somos adolescentes, la sociedad machista repleta de prejuicios tanto de hombres como de mujeres con la que nos encontramos en los inicios sexuales y la falta de conocimiento y de información de los canales de comunicación, no hacen más que acrecentar el problema.

«Al no hablar ni aceptar la sexualidad femenina abiertamente durante mucho tiempo, esta se ha ido construyendo a base de mitos, tabúes, falsas creencias, prejuicios y estereotipos.Tanto que todavía hay personas que no ven con buenos ojos que una mujer se masturbe (para mucha gente es algo sucio o pecaminoso)», indican desde Platanomelón.

Por su parte, Judith Viudes sugiere que «la poca información que hemos recibido en materia de sexualidad siempre ha estado enfocada hacia la salud sexual, tratando la prevención de ETS y embarazos no deseados. Y si en algún momento se ha querido dar algún tipo de información sobre el placer o las prácticas sexuales, siempre se ha centrado esa información en el coitocentrismo».

¿Es momento de que comiencen a cambiar las cosas y de que se empiece a equilibrar la balanza, no? ¡Seguimos!

Orgasmo no hay más que uno

«A diferencia de lo que mucha gente cree, tanto en hombres como en mujeres, el orgasmo es uno y viene del cerebro. Lo único que cambia es la manera de estimular las distintas partes del cuerpo para alcanzarlo. Hay gente que siente mucho placer al estimular sus orejas,¡cada persona es un mundo!», afirman desde Platanomelón.

«Pero independientemente de cual sea la vía de estimulación, para poder alcanzar cualquier tipo de orgasmo, es esencial ser conscientes de todo nuestro cuerpo, explorarlo, conocerlo y liberarlo de miedos, prejuicios, tensiones y barreras», indica por su parte Judith Viudes.

Mitos del orgasmo en mujeres

El orgasmo se consigue por penetración vaginal: visto en las películas desde las románticas hasta las de porno, las escenas acaban con la penetración del hombre a la mujer. Por suerte ahora es de sobra conocido que al clímax se llega con la estimulación del clítoris. Cuando obviamos el resto de prácticas sexuales y el erotismo, promulgamos la penetración como la práctica por excelencia para llegar al orgasmo, y con ello estamos cometiendo un grave error.

-Cuantos más gemidos, el orgasmo es más placentero: esto en gran parte es culpa del porno que existe en la actualidad. Estamos acostumbrados a ver a las mujeres gemir, la industria pornográfica ha hecho mucho daño a la sexualidad en general y a la femenina en especial.

-Si te masturbas mucho no tendrás orgasmos: resulta ser que ocurre todo lo contrario, conocer nuestro cuerpo, explorarlo y estimularlo es imprescindible para después poder comunicar y guiar a nuestro/a compañero/a sexual en la persecución del clímax. Además de conseguir un aumento de nuestra libido. Por tanto, un orgasmo llama a más orgasmos.

Lo normal es llegar juntos: eliminar este mito es aprender e interiorizar que la erótica es distinta y única en cada persona y por eso, cada uno tiene sus ritmos, sus gustos y sus tiempos. Además que el placer no es mayor al conseguirlo juntos.

-El tamaño del pene influye en el orgasmo: con un tamaño grande no quiere decir que se vaya a conseguir antes el placer, al igual que si es pequeño. No tiene nada que ver, lo importante es cómo se utiliza. Además del aparato reproductor masculino existen otras maneras de estimular a la mujer.

-Con la llegada de la menopausia se termina la vida sexual: la sexualidad evoluciona y cambia en cada etapa de nuestra vida y además, la capacidad de tener orgasmos no desaparece nunca.

-La eyaculación femenina es lo mismo que el squirt: El squirting es provocado y se puede conseguir mediante la estimulación del punto G, que en realidad no es más que la estimulación del clítoris de forma interna. Es un líquido expulsado a nivel transuretral y está formado por diversas concentraciones de urea, creatinina y ácido úrico.

-Las mujeres tienen más dificultad que los hombres en alcanzar el orgasmo: tienen la misma capacidad que un hombre para alcanzar el orgasmo, sólo tienen que conocer su cuerpo, explorarse y descubrirse.

Verdades del orgasmo femenino

Las mujeres somos multiorgásmicas: ellas no necesitan de un periodo refractario como el del hombre (30 minutos, más o menos). Esto significa que, al alcanzar un orgasmo, si se sigue estimulando se pueden tener más, ¡hasta que el cuerpo y la mente aguanten! Aunque esto no quiere decir que todas las mujeres tengan la misma facilidad para alcanzar uno detrás de otro, porque cada persona es un mundo.

-Masturbarse es bueno: todo lo contrario a las personas que afirman que las mujeres que se masturban luego tienen más dificultad de alcanzar el orgasmo en pareja. Si se masturba le será más fácil saber qué y cómo le gusta estimularse y, luego, será más sencillo que guíe a su pareja para alcanzar el placer.

Solo hay un tipo de orgasmo y proviene del cerebro, las distintas formas de conseguirlo es lo que varían y se puede alcanzar de diferentes maneras.

No llegar al orgasmo no es malo: se puede disfrutar del sexo aunque no se haya alcanzado el clímax. El problema existe si nunca se alcanza el orgasmo durante las relaciones sexuales, ahí probablemente nuestra pareja no esté haciendo todo lo correcto o nosotras no estemos del todo relajadas.

¿Cómo alcanzar un orgasmo?

Desde Platanomelón, a pesar de que cada persona es como es, nos indican que existen de forma general 5 aspectos que influyen a la hora de alcanzar el orgasmo, ya sea a solas o en compañía.

1. Tiempo y espacio

En la cama, ir rápido y al grano no es lo más recomendable, aunque a veces, con el subidón del momento es difícil frenar. Tomarse su tiempo, ir sin prisas y estar en un espacio cómodo es lo ideal para poder concentrarse en las sensaciones que, a solas o en compañía, se pueden generar. No son pocas las personas que afirman distraerse en la cama o tener mil cosas en la cabeza. Este es un momento de desconexión, relajación y sobre todo placer.

2. Fantasías sexuales:

El cerebro es el órgano sexual por excelencia. Imaginar escenas eróticas, ver una película, leer una novela picante puede dar resultados muy pero que muy satisfactorios. ¡La imaginación es el límite!

3. Zonas erógenas:

Como decíamos el tiempo es clave. No tener prisa es genial para dedicar la atención que requiere cada zona erógena y con ello aumentar el placer.

Los mal llamados “preliminares” (acariciar el cuerpo, el pecho, las piernas, la barriga, practicar sexo oral, hacer un striptease…) son los grandes olvidados y son muy importantes en pareja pero también a solas; muchas veces nos olvidamos de erotizar el momento de la masturbación y la cosa cambia con creces al hacerlo.

4. Usar lubricante:

Este es un básico que muy poca gente tiene en cuenta y que es imprescindible para evitar rozaduras que impiden disfrutar al máximo.

5. Ir más allá del clítoris:

Es muy común que al descubrir el clítoris y su poder, la gente se olvide del resto. Hay mucho más allá del clítoris y, aprovecharlo aumentará el placer. Y también es importante hacerlo de maneras distintas para no caer en el aburrimiento.

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