El confinamiento por causa del coronavirus ha provocado que tengamos que permanecer en casa, donde cada persona reacciona de una manera distinta: mientras a algunos les ha dado por pasar el día sin hacer nada, otros han aprovechado para cocinar, hacer cursos, limpiar o incluso montarse un spa casero improvisado. Lo que está claro es que, independientemente del comportamiento de cada uno, todos estamos experimentado una montaña rusa emocional donde la manera de sentir que tenemos el control sobre nosotros mismos es hacer cambios que atañen a nuestro espacio vital o a nuestro aspecto físico. Y parece que el hacerse un cambio de look capilar está en el número uno del ranking.
Algunas famosas, como Rosalía, no han arriesgado mucho y solo se han hecho flequillo; pero otras no han tenido reparo en raparse la cabeza, como Najwa Nimri o la hija de Bruce Willis, Tallulah; o en cambiarse el color de pelo. Y entre las que han optado por el tinte, el de color rosa ha sido, sin duda, el más solicitado. Dua Lipa, Elle Fanning, Sarah Michelle Gellar y Jennifer Love Hewitt son algunas de las celebrities que han elegido este color.
La semana pasada Kristin Ess, peluquera y fundadora de la firma capilar homónima reveló en su cuenta de Instagram que su tinte de pelo temporal Rose Gold es el que mejor se está vendiendo ahora. ¿Por qué se habrá convertido ese color en masa? “Este tono aporta luz al rostro y resulta muy favorecedor para todos los tonos de piel. Incluso tiene propiedades antiedad, ya que es un color que rejuvenece”, señala la peluquera Diana Daureo. Sin embargo, parece que este no es el único motivo por el que el que el tinte rosa se ha convertido en el más demandado de la cuarentena. “En 1979 el psiquiatra Alexander Schauss descubrió en un estudio que el color rosa dulcificaba el carácter de cualquier persona. Este tono evoca sentimientos positivos relacionados con la delicadeza y la amabilidad y también nos acerca más a nuestro lado femenino. Además, en periodos de ansiedad el rosa tranquiliza”, explica Anitta Ruiz, asesora de imagen.
Aunque Ruiz cree que este no es el único motivo de su éxito: “El rose gold es un tono que se había visto sobre papel en meses anteriores, pero que no llegaba a cuajar en la calle. Al ser una coloración capilar que se sale de lo habitual la gente no se atrevía a llevarla en su día a día, sobre todo en el ámbito laboral o a lucirlo en un compromiso social de etiqueta”. Ahora, en cambio, es el momento de atreverse con estilos más arriesgados, ya que no tenemos que ir a la oficina y las únicas personas que nos ven son con las que hablamos por videollamada.
Si tú también te vas a animar con él, ten en cuanta que “es importantísimo que no pierdas de vista la hidratación y los tratamientos que ayuden a fortalecer los enlaces internos para que el pelo luzca brillante y resistente”, advierte Daureo. Un champú y un acondicionador específicos para cabello coloreado y una mascarilla rica en ingredientes nutritivos son imprescindibles.
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