Cuando se habla de cuidar el pelo, ya sea meramente con un ritual del día a día, cuando toca mascarilla o en lo que respecta a aplicar un tratamiento, todo suele empezar solo por lavar el pelo. Es es como el primer paso en todo lo que hacemos sobre el pelo junto el cepillado. Pero desde ahora debería haber un paso previo: el pre-champú.
¿Qué es el pre-champú?
Al ser todavía un desconocido para algunos, esta es la primera duda que surge en torno a este producto. Tal y como su nombre indica, es el producto que va antes del champú, o, en concreto, de lavar el pelo, pero funciona más bien como una mascarilla, ya que para que actúe hay que dejarlo sobre el cabello durante algún tiempo. Pero a diferencia de la mascarilla no es en crema, sino líquido como el champú más tradicional.
¿Qué hace el pre-champú?
Que ahora se vea necesario usar pre-champú no es casualidad. Actúan en el pelo de forma intensiva y hacen que se regule la grasa del cuero cabelludo, por lo que consiguen que el pelo se mantenga limpio durante más tiempo, aportan volumen y cuerpo además de brillo al cabello. En definitiva, mejora la apariencia del cabello y más a medida que vamos usándolo.
¿Cómo se usa el pre-champú?
Aunque pueda pensarse que se podría usar como cualquier producto capilar, es decir, aplicándolo sin más, cubriendo el pelo, no se reduce solo a eso.
«Comienza con el pelo seco: desenreda con cuidado y luego cepilla a fondo», explica Gisela Bosque, National Make Up Artist de Sephora, que nos da sus trucos con el pre-champú. «Después, comienza separando el cabello junto a la oreja, trazando líneas en paralelo a la raya, como cuando se aplica una ampolla en el cuero cabelludo.
A continuación, «extiende una pequeña cantidad de pre-champú a lo largo del área de cuero cabelludo al descubierto y masajea ligeramente con la yema para que empape bien la raíz del cabello”, añade la experta. «Continúa así hasta cubrir todo el frontal. Lo importante es que el producto se extienda bien por la raíz, para absorber el exceso de grasa. No hace falta aplicarlo más que en esa área, allí donde el cabello está más graso», señala.
«Conviene dejarlo actuar de diez a veinte minutos, no más. Luego se pasa a lavar con el champú habitual: gracias a los activos purificantes y detoxificantes del pre-champú, como la arcilla o el carbón, el cabello se verá revitalizado y durará limpio más tiempo. Eso sí, no se debe usar con cada lavado: en general, la frecuencia idónea es cada 3 a 5 lavados, según lo graso que sea el cuero cabelludo», concluye Gisela.
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