Las mujeres de más de 35 años se han adueñado de los gimnasios, las salas de musculación y las clases con parqué y metros cuadrados de espejo en la pared. Jennifer Anniston y sus brazos musculados; Jennifer Lopez antes, durante y después de la Super Bowl; Renée Zellweger y su figura de acero enfundada en ese vestido blanco de paillettes de Armani Privé que ceñía a su cuerpo en la última gala de los Premios Oscar; la Reina Letizia siempre… y Tamara Falcó.
La diseñadora, más en voga que nunca a pesar de haber nacido famosa, ganó el programa de cocina más seguido de la televisión y desde entonces todo lo que toca lo convierte en oro. Tras diseñar una colección con su amigo y colega de plató Juan Avellaneda, y ser imagen de varias marcas de tecnología y belleza, este fin de semana Tamara inauguró el pasado fin de semana el Secrets Lanzarote Resort & Spa en las Islas Canarias y además de llevarse varios vestidos ideales en la maleta, la hija de Isabel Presley coló un bikini. Siendo este tan ideal y sencillo como sus estilismos, lo mejor no era su perfecto diseño, sino lo que dejaba al descubierto: unos abdominales de acero que dejaban claro una cosa, Tamara se lo está trabajando muchísimo en el gimnasio.
Posa de perfil, con el pelo suelto tapándole la mitad del cara y una sonrisa de quien sabe que lo que enseña es de otro mundo aun con un punto de timidez. Tamara Falcó se ha hecho cientos de miles de fotografías a lo largo de su vida, pero como estas seguramente pocas. Está esplédida, y su mirada habla por sí sola.
De vacaciones y de trabajo, la diseñadora voló a Lanzarote para darlo todo: inagurar un hotel, relajarse y darnos una envidia tremenda ante el cuerpazo que ha conseguido tras muchas sesiones de entrenamiento, tablas infinitas de toda clase de abdominales y mucho cardio.
Así, con un albornoz medio caído sobre un bikini azul marino de Eres, y una postura de perfil, Tamara le dijo al mundo a sus más de 500.000 followers que el tipazo que se intuye bajo todos los looks que luce es súper real, pues aunque discretamente y con picardía, sus abs se ven y transmiten la misma dureza que los de la jefa del gimnasio, JLo.
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