Estarán inquietos. Puede que hasta un poco insoportables. Es normal. Los más pequeños de la casa son los que pagan la factura más alta en este confinamiento obligatorio debido al coronavirus, pues no están nada acostumbrados a verse limitados en sus juegos y sus carreras. Quizá también sea inusual que tú misma les cortes el pelo, pero es otra de esas situaciones ‘originales’ que nos permitirán estrechar aún más el vínculo con nuestros hijos y crear nuevos recuerdos. Eso sí: a las más novatas les puede venir muy bien tener en cuenta una serie de trucos que les ayudarán a terminar su corte casero sin incidencias. Básicos, pero imprescindibles.
Empieza por elegir un lugar adecuado para el corte (cuanto más fácil de limpiar, mejor) y trata de elevar al máximo la silla en la que se vaya a sentar tu adorable ‘víctima’. Si es en el baño y delante del espejo, mejor que mejor, porque así verás cómo va el corte mientras cortas. Utiliza una toalla o pañuelo lo más amplio posible para que no le caiga encima ningún pelo y asegúrate de que está entretenida con una tablet o un móvil. Tendrás que ir lo más rápidamente que puedas: la paciencia de los niños es limitada. Importante: si eres mañosa, puedes humedecer el pelo antes de cortarlo. Si quieres asegurar, humedécelo menos o corta en seco.
Como lo que buscamos es recortar para que el corte se mantenga, la consigna es reducir unos centímetros, sin pararnos a innovar. Si nos enfrentamos a una melenita de niña lo tenemos muy fácil: iremos mechón a mechón, fijando con un peine el trozo de pelo que queramos cortar. En los niños, lo más práctico es cortar el perímetro del pelo, desde la nuca hacia el frente. A continuación, iremos cogiendo secciones desde la parte superior de la cabeza y cortando los centímetros deseados, siempre utilizando los dedos para tomar la medida del mechón anterior para que quede igualado. La primera vez no quedará perfecto, pero solo es cuestión de práctica. ¡Querrás repetir!
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