Seguramente ya hayas descubierto miles de beneficios del yoga en tu cuerpo, ¿pero lo has aplicado en tu cara? El yoga facial existe, y no es sólo un tratamiento de belleza efectivo, también sirve para calmar la ansiedad y relajar los músculos de toda tu cabeza. Si eres de las que aprieta los dientes y frunce el ceño a menudo, convierte a estos tres ejercicios de yoga facial en tu rutina imprescindible y notarás los buenos resultados rápidamente.
Ejercicio 1 de yoga facial: el pellizco de cejas
Gracias a esta técnica aplicarás presión en unos puntos clave situados en la órbita de los ojos y las cejas, favoreciendo la microcirculación y la eliminación de toxinas. El efecto relajante que sentirás es inmediato.
Para hacerlo correctamente masajea ligeramente la zona de las cejas y el perímetro de la cuenca de los ojos para, a continuación, pellizcar ligeramente con el dedo índice y pulgar la la parte delantera de las cejas, avanzando con pequeños pellizcos desde el entrecejo hasta el final de la ceja. Al llegar a las sienes masajéalas aplicando una pequeña presión con dos dedos mientras realizas movimientos circulares. Vuelve a repetir todo el proceso varias veces durante tres minutos.
Para acabar, apoya dos dedos en el entrecejo y masajea la zona con movimientos regulares. Todo el proceso es más sencillo y agradable si lo realizas aplicando en las yemas de tus dedos unas gotitas de aceite esencial de lavanda (pero vigila la concentración y asegúrate que se pueda usar de manera tópica).
Ejercicio 2 de yoga facial: poner cara de pez
Este es un ejercicio muy sencillo que te puede ayudar a destensar toda la zona de las mejillas al tiempo que tonificas los músculos faciales y combates la flacidez del óvalo facial. Recuerda; la tensión, no es buena, pero unos músculos bien tonificados, sí.
Para hacer este ejercicio de yoga facial solo tienes que sonreír y después fruncir los labios pegandolos en el centro de la boca hacia afuera. Una vez tengas los labios fruncidos elimina el aire del interior de la boca de manera que las mejillas queden metidas hacia dentro. Mantén la postura unos segundos y vuelve a sonreír. repite durante tres minutos.
Ejercicio 3 de yoga facial: enviar besos al techo
Gracias a este ejercicio descansarás tu mandíbula al tiempo que reforzarás los músculos de tu cuello. Es muy sencillo: sentada, con los hombros relajados, echa la cabeza ligeramente hacia atrás de manera que tu cara te permita mirar al techo sin tener que alzar la vista ni mover la frente. En esa postura frunce la boca como si estuvieras besando el techo. Mantén la postura durante cinco segundos, retoma la posición inicial y repite de nuevo todo el proceso.
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