El rey Felipe de Bélgica y su esposa, Matilde, visitaban a principios de semana el monumento Mardasson Memorial a los soldados americanos caídos en la batalla de las Ardenas, en la II Guerra Mundial. El motivo era la celebración del 75 aniversario de la batalla, que empezó el 16 de diciembre de 1944 y se prolongó durante más de un mes. Luxemburgo ha reunido a la realeza de su propio país con la belga e incluso a otros representantes políticos de otros países como Alemania, Polonia o Estados Unidos.
En un evento en el que reinaban los trajes en azul marino de los hombres, Matilde de Bélgica ha destacado con un estilismo estrella, articulado en color rojo de pies a cabeza. La otra persona que ha aportado algo de color ha sido Nancy Pelosi, con un jersey púrpura y un abrigo de cuadros verde. La casa encargada de firmar el acierto de Matilde es Dior, un dato con el que se entiende la elegancia que alcanza su estilismo.
La prenda estrella es su abrigo de paño largo y cruzado con un cinturón del mismo tejido. La reina consorte lo ha combinado con todo tipo de accesorios (gorro, guantes, sombrero, bolso, e incluso un pañuelo al cuello) cuyo color coincide a la perfección con el del resto de prendas. El tejido solo cambia en los guantes, que son de cuero; y en el pañuelo, que parece de un algodón fino. Sin embargo, el color de las prendas depende mucho de la luz y cambia notablemente según las fotografías. Pasa de un elegante burdeos en exteriores a un sobrio tono teja con luz artificial, ambos muy navideños y apropiados para la ocasión.
El detalle más especial (y escondido) de su estilismo son los pendientes de perlas combinados con una pulsera del mismo material, que aportan un toque de elegancia al exquisito conjunto. En el pelo, un recogido bajo, ideal para llevar el sombrero que ha escogido. Una elección sobresaliente.
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