A la espera de que se anime a publicar su esperado nuevo disco, que salvo sorpresa de última hora todo indica que no verá la luz este 2020 como todos sus fans daban por hecho, Adele está aprovechando este largo descanso de la industria musical para hacer todo lo que su apretada agenda laboral no le ha permitido en los últimos años.
Su principal prioridad, como ha demostrado en las últimas fotografías publicadas en su perfil oficial de Instagram, ha sido centrarse en lograr un notable cambio físico que le ha llevado a perder más de 70 kilos. Un logro que ha conseguido después de que decidiera abandonar el alcohol y apostar por una vida más sana bajo la supervisión de un nutricionista y un entrenador personalque contrató tras divorciarse de su marido Simon Konecki.
Y tan contenta ha quedado con el resultado que la cantante británica ha querido lucirlo en todo su esplendor con el disfraz que se puso para celebrar este fin de semana el famoso Carnaval de Notting Hill, que este año se celebra de manera virtual y al que Adele se sumó desde su mansión de Los Ángeles luciendo un bikini con los colores de la bandera de jamaica y con su pelo recogido en pequeños moños trenzados al estilo tradicional Banktú, muy popular en algunos países africanos.
Un look que pretendía ser un homenaje a la población negra británica que dio origen a esta multitudinaria fiesta de verano en Londres que se ha convertido en una pesadilla para la cantante después de que centenares de personas la hayan acusado de apropiación cultural nada más publicar la foto en sus redes sociales.
Unos comentarios sobre los que la cantante todavía no se ha pronunciado pero que seguro le habrán dolido, primero porque ha sido de las celebridades blancas que primero se unió a la lucha Black Lives Matter pero, sobre todo porque creció en Tottenham, un barrio de la capital británica donde reside una gran mayoría de la población de origen jamaicano del país.
Vamos, que su intención no habría sido tanto apropiarse de símbolos de un país extranjero como hacer un homenaje a lo que veía en las calles de su barrio durante su infancia. Un tributo al que por cierto han dado el visto bueno famosas como Naomi Campbell o Zoe Saldana. ¿Será por eso por lo que la británica ha decidido no hacer caso a sus haters que le pedían borrar la foto de su cuenta?
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