La imagen con la que Adele se presentó al mundo, ha cambiado mucho. Aunque, más que de imagen, podríamos hablar de que, ahora, puede haberle hecho un favor a su salud. La cantante ya mostró un cambio físico hace un par de meses, cuando apareció con 20 kilos menos y lo justificó como consecuencia del cambio de vida realizado a raíz de su divorcio.
Pero lo cierto es que la británica ha perdido mucho más de 20 kilos. No sabríamos decir cuántos se ha quitado de encima desde aquella imagen que dejó a todos con la boca abierta, pero sí que los medios ingleses apuntan a que, en la última década, Adele ha adelgazado cerca de 70 kilos. Ahí es nada.
Esta cifra ha empezado a circular después de que la artista ha publicado en su cuenta de Instagram unas fotografías en blanco y negro, junto al Grinch disfrazado de Papá Noel, en las que aparece prácticamente irreconocible. No negamos que pueda haber algún filtro, pero ni todos los filtros del mundo podrían haber conseguido esa metamorfosis lograda a base de dieta y sudor.
«Los dos tratamos de arruinar la Navidad, pero luego nuestros corazones crecieron. Gracias por venir a mi fiesta y hacernos sentir como niños, Grinch. Feliz Navidad y felices vacaciones para todos», se puede leer en el texto que acompaña a las imágenes.
Adele es otra. Al menos, por fuera. Y nos negamos a pensar que ese cambio no haya tenido una ingerencia en su interior. Su cara, lo dice todo, y ya sabemos que es el reflejo del alma.
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