Sucedió el pasado viernes. La familia de Ari Behn emitía un comunicado para anunciar que el exmarido de Marta Luisa de Noruega se había quitado la vida. Pedían respeto para estos momentos tan complicados que les tocaba afrontar, y para poder decir adiós con calma a un hombre que vivió atormentado por los demonios de su cabeza, tal y como él mismo había reconocido en más de una entrevista.
Pero es inevitable que las noticias se sucedan, siguiendo esa estela de la información que nos helaba la sangre poco después de la Nochebuena. Ayer, veíamos como su novia, Ebba, le dedicaba unas bonitas palabras en Instagram. Hoy, el titular es la venta de sus obras de arte, agotadas pocas horas después de conocerse el suicidio.
Bohemio, artista y alma libre, Ari Behn solía exponer sus obras de pintura en la Galleri Graff, en la ciudad noruega de Askim. Desde la propia institución se han visto obligados a emitir un comunicado anunciando que ya no tienen más obras de este y pidiendo perdón por los fallos de conexión que sufrió su web: literalmente, se colapsó.
«Galleri Graff se disculpa con todos los interesados en la compra de obras de Ari Behn, que lamentablemente hemos tenido que suspender. Queremos aclarar que en un principio solo teníamos cinco a la venta, y todas ellas se vendieron a los primeros que así lo solicitaron». comienza el mensaje que se puede ver en el ‘site’.
«En otras palabras, a Galleri Graff no le queda ‘stock’. Tenemos una gran cantidad de mensajes y de números de teléfono que atender, y responderemos lo mejor y más pronto posible. Pedimos disculpas de nuevo», añaden para evitar que los compradores sigan tratando de acceder y tumbando la web.
Con su muerte, su obra se revaloriza, y los coleccionistas bien lo saben. De ahí ese interés repentino y explosivo por hacerse con uno de los últimos cuadros de Ari, un artista que decidió terminar su obra de la peor de las maneras: quitándose él mismo la vida.
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