“Sueño con volver a ver a los mellizos” confesaba la semana pasada Alberto de Mónaco al diario italiano Corriere della sera. El príncipe Alberto dio positivo en Covid-19 el pasado 19 de marzo y la casa real anunciaba que su estado de salud era bueno y podría continuar con su trabajo, pero aislado desde las oficinas de palacio. Mientras tanto, su mujer, la princesa Charlene y sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, le han estado esperando en la casa del monte Agel de la familia.
Las últimas noticias del príncipe son buenas y las ha trasladado él mismo a la revista People, a la que ha confirmado que este lunes ha recibido el alta médica. “Todo está bien”, explicaba. Los médicos le han pedido que espere 24 horas más para ver a su familia –algo que está deseando hacer– y este martes se ha ido del palacio para reunirse con ellos. Además, lo hará sin ningún riesgo: “La casa es lo suficientemente grande como para poder aislarme allí. Tenemos una habitación de sobra al final del pasillo y las habitaciones de los niños están en la planta baja”, afirma. “Espero recibir una pancarta de bienvenida a casa”, añandía entre risas.
A pesar de la distancia, Alberto de Mónaco no ha perdido el contacto con sus familiares y han estado realizando videollamadas todos los días por la tarde. “Nos contamos historias y hablamos de lo que habíamos hecho durante el día”, explica sobre el transcurso de las llamadas. “Les dije que se cuidaran. Sabían que estaba malo y tenía que alejarme”. Una declaración con la que da a entender que los pequeños de la casa han entendido la situación.
El trabajo del príncipe Alberto no se ha visto interrumpido en estos días de aislamiento, ni lo hará las próximas semanas. Lo que sí se han cancelado han sido sus actos públicos y su agenda oficial. Debe tomárselo con calma y seguir las indicaciones de los médicos, “solo voy a mantener reuniones por videollamada”, le ha explicado al diario.
Su opinión sobre la crisis tiene dos caras. La buena para él es que se revalorizarán y mejorarán los sistemas sanitarios de todos los países y estaremos mejor preparados para futuras pandemias, además de las consecuencias positivas a nivel climático que un parón de esta envergadura supone. Por otra parte, Mónaco ha cancelado toda su temporada de primavera, incluidos el baile de la rosa y el Gran Premio de Fórmula 1 y las consecuencias económicas de ello serán graves. “Va a ser un golpe muy fuerte y estamos intentando que los negocios se puedan recuperar, los grandes y los pequeños, pero nos espera un tiempo muy difícil”. Y vaticina un futuro incierto, pero con control y muchas pruebas de Covid-19, para después del confinamiento.
La revista People también le ha preguntado su opinión sobre la decisión de posponer los Juegos Olímpicos. “Creo que, básicamente, es la decisión adecuada. Había muy poco margen de maniobra y mucha presión. Siendo realistas, no había forma de celebrar los juegos en su fecha inicial”. Pone el foco en la salud de los deportistas y del público y está seguro de que Japón superará las complicaciones logísticas y económicas que deriven de ello.
La otra razón por la que el príncipe Alberto II ha acaparado titulares en estos días ha sido por las acusaciones que recibió sobre haber sido el culpable del contagio del príncipe Carlos. Como consecuencia se vio obligado a explicar que durante el último encuentro en el que coincidieron, a fecha 10 de marzo, ni siquiera se dieron un apretón de manos y en la mesa se sentaron lejos. “Realmente no creo en que nos pasáramos la infección entre nosotros", zanjaba. En esta ocasión, ha mostrado su preocupación por el hecho de que el de Gales haya terminado su aislamiento tan solo siete días más tarde de ser diagnosticado, mientras que los médicos recomiendan 14 días.
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