- El duque de York, salpicado por el escándalo de Jeffrey Epstein, vuelve al centro de la polémica tras ser relacionado con el empresario canadiense Peter Nygard acusado de tráfico sexual.
- La noticia salpica la próxima boda de su hija Beatriz con Edoardo Mapelli que se celebrará el próximo 29 de mayo.
Andrés de Inglaterra no gana para disgustos. Después de que su amistad con el financiero Jeffrey Epstein, que se suicidó el pasado agosto en su celda donde esperaba ser juzgado por delitos de tráfico sexual de menores, hiciera que su madre, la reina Isabel, le apartara de los actos oficiales y suspendiera las celebraciones por su 60 cumpleaños, un nuevo escándalo llega para empeñar su felicidad por la próxima boda de su hija Beatriz. La primogénita del duque de York se casa con Edoardo Mapelli el 29 de mayo y su padre, que cumple 60 años el 19 de febrero, fue a ser relacionado con un escándalo sexual. Según publica el diario ‘Daily Mail’, Peter Nygard, un empresario canadiense amigo de Andrés, está acusado de tráfico sexual.
El empresario canadiense, de 78 años y con una fortuna de más de 800 millones de euros, ha sido acusado de formar parte de una red de prostitución internacional cuya base de operaciones era su mansión de Nassau. Las jóvenes eran llevadas hasta allí con la falsa promesa de un trabajo de modelo y luego habrían sido drogadas y obligadas a mantener relaciones sexuales. Una decena de mujeres denunciaron a Nygard, entre ellas ocho adolescentes y dos de las trabajadoras del complejo.
El diario publica unas imágenes del duque de York con su ex, Sarah Ferguson, y sus dos hijas en la mansión de Nassau en el año 2000, casa que sería la base de operaciones del tráfico sexual. Además de este nuevo escándalo, continúa coleando su relación el caso Epstein. Según aseguró el fiscal general de las Islas Vírgenes en una entrevista a ‘Vanity Fair’, hay testigos que aseguran haber visto a Andrés de Inglaterra sobrepasándose con chicas en un balcón de una propiedad de Epstein. Además, a finales de enero, la fiscalía de Nueva York acusó al hijo de la reina de Inglaterra de negarse a colaborar con el FBI cuando le solicitaron interrogarlo aunque su entorno lo negó diciendo que estaba dispuesto a colaborar y hablar.
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