Hace unas semanas, Chris Evans sufrió uno de esos momentos ‘tierra trágame’ a los que toda estrella de Hollywood teme. Uno que lo convirtió en el actor más buscado del momento. Y no precisamente por su trabajo, sino por la filtración de una foto íntima que corrió como la pólvora por los móviles de todo elmundo.
Lo peor es que esta vez no se trató de un robo informático, como le ha ocurrido en el pasado a compañeras como Scarlett Johansson. Fue él mismo el que al subir a Instagram una Story divertida en la que mostraba un vídeo de cómo estaba jugando con su familia al Head’s Up reveló durante un segundo las imágenes que tenía guardadas en su carrete de fotos. Entre ellas, su pene.
Por supuesto, Evans borró el vídeo nada más darse cuenta del error. Pero no lo suficientemente rápido como para evitar que alguien hiciera captura y la compartiera en todas las redes sociales.
Un evidente atentando contra la intimidad del actor que miles de usuarios intentaron contrarrestar inundando las redes sociales de fotos de Evans posando con perros para que, aquellos que quisieran ver la imagen de la que todo el mundo hablaba, tuvieran muy difícil encontrarla. Iniciativa con más buena intención que éxito porque, todavía hoy, cualquiera que la busque, la encuentra.
Y aunque días después Chris demostró que es experto gestionando crisis de imagen dándole la vuelta al escándalo para convertirlo en una campaña para pedir a sus fans que voten en las próximas elecciones y poder así echar a Trump de la Casa Blanca; el protagonista de Capitán América es consciente de que su derecho al olvido digital es algo imposible para él.
De ahí que, viendo que es imposible que la gente deje de buscar fotos de sus partes íntimas, el actor haya decidido dar más carnaza al público revelando algo inédito de su anatomía que nadie había visto hasta ahora. Algo que llame la atención tanto como para sepultar para siempre su foto de la discordia.
Y contra todo pronóstico, lo está consiguiendo. Al menos eso es lo que se deduce de la repercusión que ha tenido otro vídeo que publicó ayer también en sus Stories de Instagram en el que se le ve saltando en bañador por última vez a su piscina antes de clausurarla hasta el próximo verano.
Una exhibición de anatomía que no tendría nada de especial si no fuera porque gracias a ella el mundo ha descubierto que el actor tiene todo su cuerpo tatuado. Algo sorprendente si tenemos en cuenta que en todas las películas de Marvel en las que ha aparecido ha mostrado su torso y no había ni rastro de esos dibujos de tinta.
“El agua estaba helada. Me pregunto cómo será eso de estar bronceado”, escribía Evans en el pequeño vídeo como si fuera su color blanco de piel en lo que se iban a fijar sus admiradores. Los mismos que ahora están intentando averiguar qué diseños son exactamente los adornan todo su cuerpo. Bien jugado.
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