La infanta Pilar ha fallecido este miércoles en Madrid rodeada de sus seres queridos. Junto a ella han estado hasta el último momento sus cinco hijos (Simoneta, Juan, Bruno, Luis y Fernando) y la reina Sofía. La hermana mayor de don Juan Carlos padecía un cáncer de colon desde hace tiempo y el pasado 5 de enero, cumpleaños del Rey emérito, ingresaba en la Clínica Ruber Internacional de Madrid afectada de un problema pulmonar, falleciendo tres días después a los 83 años de edad.
Hija primogénita de Juan de Borbón y Battenberg y de María de las Mercedes de Borbón y Orleans, Condes de Barcelona, doña Pilar nació en el exilio, concretamente en Cannes. Con 31 años contrajo matrimonio con Luis Gómez-Acebo, con el que estuvo casada hasta el 9 de marzo de 1991, fecha en la que él fallecía a consecuencia de un cáncer linfático con apenas 56 años. Pero pasar por el altar no fue una tarea sencilla para la hermana del Rey Juan Carlos. Siempre fue considerada una rebelde en su época y su padre siempre quiso que se casara con el Rey Balduino de Bélgica, que finalmente lo hizo con Fabiola de Mora y Aragón.
Renunció a todo por amor
Curiosamente, doña Pilar y Luis Gómez-Acebo se conocían en 1965 en la casa del rey Simeón, casado con Margarita Gómez-Acebo, su prima hermana, y decidían pasar por el altar en el año 1967. Los condes de Barcelona se opusieron entonces a la boda debido a que él no tenía sangre real y para poder hacerlo doña Pilar tuvo que renunciar a sus derechos dinásticos, tal y como establecía la Pragmática Sanción de Carlos III. A comienzos de 1967 se anunciaba su compromiso oficial y la pareja se daba el ‘sí, quiero’ el 5 de mayo en el monasterio de los Jerónimos de Belem en Lisboa.
Hasta allí se desplazaron más de 4.000 españoles para disfrutar del enlace. Ella lució una tiara de perlas y diamantes de su bisabuela, la reina María Cristina, y su abuela la Reina Victoria Eugenia ocupó un lugar destacado en el altar junto a los novios. Su padre le concedió después el título de duquesa de Badajoz. Poco antes de la boda, en marzo del mismo año, Franco permitió a Gómez-Acebo rehabilitar el título de vizconde de la Torre que el Rey Carlos II había concedido en 1690 a su familia materna.
Luis Gómez-Acebo había nacido el 23 de diciembre de 1934 en Madrid. Cuarto hijo del banquero Jaime Gómez-Acebo y Modet y de su esposa Isabel Duque de Estrada y Vereterra, marquesa de Deleitosa, y nieto del marqués de Cortina, Luis estudiaba en el tradicional Colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid y más tarde se licenciaba en Derecho en la capital y en Lille, Francia, especializándose en Ciencias Empresariales en Estados Unidos.
Gómez-Acebo, un joven espigado y atractivo, trabajó como asesor en varias sociedades financieras y también estuvo vinculado con el mundo del petróleo al ser contratado por Esso Petróleos, empleo que le llevó a vivir en Nueva York durante unos años. En el 81 era nombrado presidente del Consejo de Administración de Korn Ferry, empresa de head hunters de altos ejecutivos a nivel mundial y más adelante perteneció al de otras sociedades extranjeras como Plus Ultra.
Padrino del hijo de la baronesa Thyssen
Siempre discreto y en un segundo plano al lado de su mujer, en 1980 Luis Gómez-Acebo se convertía en padrino del primer hijo de la baronesa Thyssen, Borja Thyssen-Bornemisza, y acompañaba a la familia en el bautizo en Nueva York, donde Anne Getty, de la conocida familia de empresarios petroleros, ejerció como madrina. Dicen que su intervención fue decisiva para conseguir traer a España en 1988 la colección de pintura del barón Thyssen, uno de sus grandes amigos y tal vez por eso, Luis también fue miembro del Thyssen Bornemisza Collection Trust, una sociedad creada por el que fuera marido de Carmen Cervera para garantizar la unidad de la colección y el buen estado de la misma.
Seis años después, el cuñado del entonces Rey era nombrado presidente de la Fundación Amigos del Museo del Prado y en 1987 recibía un homenaje en Nueva York por parte del Spanish Institute como reconocimiento a su contribución y la de su mujer a la cultura española. Además, en 1988 recibía el premio a las Relaciones Humanas Alejandro Morales.
Apasionado de la historia papal
Intelectual, apasionado de la ópera y del tenis, y lector empedernido, desde muy joven se interesó por la historia de los diferentes papas y en 1987 publicaba la novela histórica A la sombra de un destino, que trataba sobre la vida del Papa valenciano Alfonso de Borja, conocido como Calixto III, y que aún puede adquirirse en algunas webs de libros. También fue autor de varios ensayos históricos sobre el siglo XV. Su labor altruista estuvo presente en su vida desde que conoció a doña Pilar. Fue presidente de la Fundación para la Investigación y Formación de Oncología y también de la Real Fundación de Música de Cámara.
El 22 de noviembre de 1975 asistía junto a doña Pilar a la proclamación de su cuñado, como Rey y hacía lo propio en mayo de 1977 para presenciar la emotiva renuncia del conde de Barcelona a sus derechos dinásticos. En 1984 Luis era diagnosticado de cáncer linfático, enfermedad contra que luchó con todas sus fuerzas hasta el 9 de marzo de 1991, día en el que fallecía dejando a doña Pilar en una profunda tristeza pero siempre con el apoyo de sus cinco hijos que han estado con ella hasta el último momento de su vida.
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