La princesa Beatriz de York vive de forma habitual en su apartamento ubicado en el palacio de St. James; el mismo lugar en cuya capilla se daría el ‘sí, quiero’ con su prometido Edoardo Mapelli Mozzi el próximo 29 de mayo, de no ser porque la pandemia del coronavirus se lo impide. Sin embargo, la cuestión sobre dónde ha estado pasando el confinamiento la hija mayor de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés ha sido todo un misterio para la prensa británica durante estas semanas. Hasta ahora, que su propia madre ha decidido desvelar el secreto.
Sarah Ferguson está implicada de lleno en su canal de YouTube, en el que lee cuentos infantiles, para ayudar a los niños a sobrellevar mejor las medidas de aislamiento. La duquesa, a menudo ofrece también entrevistas a los medios: la última ha sido en el programa de radio de Darlton Harris, City Island Podcast, ganador de Factor X2018 en Reino Unido.
Ferguson ha confesado que echa de menos a su hija mayor y que le parece triste que su hija haya tenido que posponer su enlace con Edoardo. Además, ha explicado los detalles de por qué la echa de menos: “Edo y Beatriz han estado viviendo con su futura suegra, que es adorable. Una gran amiga mía”. Así, la duquesa confirma que Beatriz no se encuentra confinada en el palacio de St. James y que pasa la cuarentena con su prometido, además de con la madre de Edo, Nikki. La casa en la que viven es una villa rural situada cerca del condado de Oxfordshire, en la localidad de Chipping Norton, que pertenece a Nikki y que la prensa británica valora en más de un millón y medio de libras.
La suegra de la princesa Beatriz tiene 64 años y se llama Nicola Diana Burrows, aunque ahora es conocida como Nikki Williams-Ellis, por el apellido de su marido, el escultor David Williams-Ellis, con quien se casó en 2017. El primer marido de Nikki fue el conde Alessandro Mapelli Mozzi, con quien contrajo matrimonio en 1978. La pareja tuvo dos hijos: la primogénita y heredera del condado, Natalia, además del prometido de la princesa Beatriz, Edoardo. Sin embargo, el matrimonio no duró y en 1989 Nikki se casó de nuevo con Christopher Shale, un hombre de negocios y político del partico conservador, amigo cercano del primer ministro David Cameron. Con Shale, Nikki tuvo a su tercer hijo y hermano menor de Edoardo, Alby Shale, en 1991. El matrimonio permaneció unido hasta el día que falleció Christopher, en el festival de música de Glastonbury en junio de 2011, como consecuencia de un ataque al corazón.
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En la entrevista, Ferguson ha confirmado la buena relación que tiene con Nicola y lo cierto es que las familias ya se conocían antes del compromiso. Los padres de Edoardo lo desvelaron en el comunicado que emitieron con motivo del anuncio del compromiso: “nuestra familia ha conocido a Beatriz casi toda su vida”. Bastante revelador es, en este sentido, el hecho de que tanto el príncipe Andrés como Sarah Ferguson asistieran al funeral de Shale, de la misma forma que lo hizo la princesa Beatriz.
En 2016, Nicola fue reconocida como Miembro de la Orden del Imperio Británico, logro que Edoardo no se olvidó de recoger en Instagram para felicitar a su madre. Una acción que repitió para con motivo del compromiso de Nikki en 2016 con su tercer marido, David Williams-Ellis.
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A diferencia de la situación con Beatriz, a la que Ferguson ha confesado echar de menos estos días, el vínculo de la duquesa con su hija pequeña se ha fortalecido en la pandemia. Lo ha confesado en la misma entrevista, al afirmar que está encantada de poder pasar estos momentos con Eugenia de York y su marido, Jack Brooksbank. “En el momento en el que se iba a casar, se fueron a vivir lejos de mí. Entonces, no la he visto demasiado y ha sido una alegría total poder pasar tiempo de calidad con ella ahora”. La pandemia les ha servido a Sarah Ferguson y a Eugenia de York para cocinar su primer bizcocho de limón juntas.
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