Lo vimos anoche, durante el segundo capítulo de una nueva edición de ‘Ven a cenar conmigo: gourmet edition’. Bibiana Fernández, anfitriona, se abría como nunca ante sus invitados y les contaba los detalles de la dura etapa que vivió en su adolescencia, cuando llevo a cabo su gran cambio. Un momento del que trató de borrar cualquier rastro fotográfico, mientras que su madre recogía los restos que iba esparciendo.
Era Carmen Borrego quien le preguntaba por su pasado y ella, de manera generosa, contestaba sin ponerse apenas límites: «Me recuerdo feliz pero en la angustia, el llanto y la discriminación». A continuación narraba cómo trataba de deshacerse de sus fotos: «Yo he sobrevivido a todas las fotos de mi infancia, las de mi adolescencia las rompí. Pero es mi pasado y forma parte de mí, y lo recuerdo perfectamente». Y añadía que su madre iba recogiendo los pedazos y metiéndolos en una bolsa «como si fueran las cenizas de alguien».
Me recuerdo feliz pero en la angustia»
«Lo que sí tengo son los libros de recortes que había recortado sin darme cuenta de que eran los planos de mi vida. Era que yo deseaba», explicaba, ahondando en que hacía recortes de revistas de las mujeres a las que se quería parecer una vez finalizado ese cambio y, no sin sufrimiento, consiguió.
Aunque, una vez logrado, no oculta que tuvo que hacer frente a una batería de sentimientos encontrados: «Cuando yo entraba en los sitios había ruidos y aprendí a distinguir los que eran de aprobación, de reproche o… de mofa. Era como un panal».
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