Las heridas entre la corona británica y Meghan Markle siguen abiertas y parece que llevará mucho tiempo cerrarlas. Su llegada fue un soplo de aire fresco en una monarquía vetusta que necesitaba dejar atrás ciertos estilos y tradiciones, pero la ecuación nunca terminó de cuadrar. De la misma manera que Meghan acusó a la familia real de racismo y esta se comprometió a investigar si esa acusación era cierta, desde Palacio también decidieron investigar el supuesto acoso por parte de la duquesa de Sussex que denunciaron algunos empleados de la institución.
Tras más de un año de investigaciones, Buckingham ha afirmado que no hará público el informe que examina qué ocurrió exactamente pero sí ha dado a conocer una de las consecuencias de este: introducir nuevas prácticas en su política de recursos humanos, tal y como explicó un asistente senior de La Firma.
Entre los nuevos cambios que se van a aplicar está alentar al personal a denunciar cualquier práctica o acción inapropiada, mientras que también se establece que los empleados deben sentirse respaldados a la hora de expresar una preocupación o «dar la alarma» gracias a la creación de nuevos mecanismos y procedimientos para plantear este tipo de inquietudes, que incluye asesores independientes para canalizar este tipo de temas.
La alerta saltó tras la publicación en el diario The Times de un artículo que aseguraba que el secretario de comunicaciones de Meghan y Harry, Jason Knauf, afirmaba que Meghan expulsó a dos asistentes personales de la casa y socavó la confianza de un tercer miembro del personal. Aunque la duquesa negó de manera rotunda las acusaciones, desde Buckingham consideraron que era necesario investigar lo ocurrido, encargando el informe a una empresa externa y dando la oportunidad a los empleados de contar su versión de lo ocurrido.
Cuando las acusaciones fueron hechas públicas, un portavoz de Meghan dijo en un comunicado: «La duquesa está entristecida por este último ataque a su persona, y está profundamente comprometida a apoyar a quienes han experimentado algo así. Está decidida a continuar su trabajo construyendo compasión en todo el mundo y seguirá esforzándose por dar ejemplo a la hora de hacer lo correcto y lo bueno».
Algunos tabloides han apuntado que la decisión de la Casa Real de no hacer público el resultado de la investigación responde a que no quieren volver a entrar en confrontación con Meghan y Harry, y desean dar el caso por cerrado cuanto antes para intentar normalizar la relación de los Sussex con la monarquía.
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