Nació como María del Carmen García Galisteo el 16 de octubre de 1930. En Sevilla. Así que, cuando comenzó a darse a conocer al gran público, lo hizo usando como nombre artístico la de esa ciudad a la que llegó al mundo en medio del otoño. Carmen Sevillacumple hoy 90 años. Lo hará, como desde hace casi 9, encerrada en ese centro especializado en enfermos de alzheimer a las afueras de Madrid. Sin que sepamos mucho de ella desde entonces.
Desde que se le diagnosticó la enfermedad, su familia ha tratado de trazar un hermetismo en torno a la figura de una mujer que es recordada con mucho cariño por el público español mientras, como manifiesta su hijo Augusto Algueró en la revista ‘Semana’, ella «no sabe quién es». El alzheimer le ha borrado de la cabeza todos esos títulos que protagonizó en la gran pantalla entre principios de los 50 y finales de los 70. La gracia con la que se ponía delante de la audiencia de Telecinco para presentar el ‘Telecupón’ en los 90. O esas últimas apariciones en TVE, como conductora de ‘Cine de Barrio’.
A Carmen se le ha esfumado el recuerdo de aquellos planos en ‘El sueño de Andalucía’ (1951), ‘La fierecilla domada’ (1956′, ‘Rey de reyes’ (1961) o ‘Enseñar a un sinvergüenza’ (1970′, por citar cuatro de los más de 60 títulos en los que participó, convirtiéndose en un auténtico icono. Unas películas que llegaron después de que su carrera hubiese comenzado por otros derroteros: los de bailarina.
El inicio de una vida multidisciplinar
Era 1942 cuando una tal Estrellita Castro se figó en ella. Carmen tenía solo 12 años cuando acudió a entregar unos documentos a su padre, Antonio García Padilla, al Teatro Calderón. Estrellita se fijó en su delicadeza a la hora de caminar entre bambalinas y la convirtió en una de las bailarinas de sus espectáculos. Sí, tuvo una madrina de excepción, pero nadie tiene un currículum tan prolífico si no es porque, después, hace méritos propios.
Ella, los hizo. Porque amén de todas las cintas en las que se puso delante de las cámaras, la de Carmen fue una vida en la que el trabajo se escribió con letras mayúsculas también en la pequeña pantalla. En todas las cadenas. El primero que la convenció fue Valerio Lazarov, quien le encomendó la tarea de ponerse a los mandos de ese Telecupón en el que ‘sus ovejitas’ se convirtieron en una seña de identidad. Y donde, incluso, se llegó a ver esa naturalidad de la andaluza al salir en zapatillas de andar por casa para mayor comodidad (pensando que los pies nunca saldrían en antena).
Tras aquello (seis años estuvo, entre 1991 y 1997) y varios encargos de la cadena de Mediaset, en 1998 le dieron la oportunidad en Antena 3 de comandar ‘La noche de Carmen’. Un espacio de variedades que consiguió que visitaran grandes de nuestra música como La Jurado Raphael o Sara Montiel. Palabras mayores solo al alcance de ella y unos pocos más.
Antes de dar el salto a TVE, tuvo encargos en dos canales autonómicos. Primero, en el andaluz. Canal Sur (‘Querida Carmen’ y ‘Carmen de Cine’). Después, en la valenciana Canal 9, ‘Nuestras canciones’, junto a Juan y Medio. En 2003 recibió la llamada del ente público para presentar las Campanadas junto a Ramón García. Nunca más les abandonó hasta que el alzheimer hizo acto de presencia.
9 años de encierro
Una de las últimas veces que se la vio fue en julio de 2011. La polifacética Sevilla acudía a Casa Lucio para celebrar su santo. Las cámaras la captaban desorientada y sin ser capaz de reconocer a esos reporteros que llevaban años inmortalizando sus apariciones en público. Tras aquello, apenas un par de apariciones más: una, dos meses después, saliendo de su coche ayudada por su asistente, pero siendo consciente de dónde estaba y quiénes tenía alrededor; la otra, en la gala del 20 aniversario de Telecinco, donde subió al escenario y quedó evidenciado qe había sido engullida por la enfermedad.
Desde entonces, la familia ha tratado de proteger la imagen de Carmen (apenas tenemos una instantánea, en su 82 cumpleaños, desde el balcón de su habitación de la clínica). Si bien es cierto que han salido a la luz algunas fotos en las que se la vería postrada en la cama de esa clínica y se ha hablado de que las condiciones en las que se la mantiene no serían las más adecuadas, su hijo se ha encargado de salir al paso de todo. Incluso de las declaraciones de Norma Duval, que se quejaba de que no dejaban ver a su amiga.
Aquello sucedió en 2018. Coincidiendo, también, con el cumpleaños de Carmen. La exvedette cargó contra Augusto por no dejar a los amigos de su madre visitarla. Estas unos minutos con ella. El episodio llevó a un cruce de declraciones en las que, si bien el hijo se mantuvo en silencio, sí salió Lolita Flores en defensa de la familia. Y de Carmen. De su tranquilidad.
De esa imagen sonriente y cuidando hasta el último detalle de lo que proyectaba, que es como siempre deberá ser recordada por todos quien ya no recuerda quién fue y la importancia que tuvo en el entretenimiento de este país.
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