Han pasado seis años desde que Isabel Pantoja emitiera un comunicado coincidiendo con la mayoría de edad de su hija, Chabelita, y en el que aprovechaba para anunciar que esta estaba embarazada. Desde ese momento, en el que la familia cerró filas en torno a la joven, ahn cambiado muchas cosas.
Entre ellas, que esa relación ya no es así de cercana. Ha sufrido muchos altibajos, con cruces de declaraciones y reproches, hasta llegar al punto actual en el que parece estar completamente rota. Pero no es lo único que ha sufrido una modificación notable. Y salta a la vista.
La cara de Chabelita ha experimentado una serie de transformaciones que van más allá del mero paso del tiempo. Empezando por la nariz (a la que sometió a varias infiltraciones de ácido hialurónico hasta lograr el resultado deseado) y siguiendo por los pómulos. La hija de la tonadillera ha ido realizando retoques puntuales para mejorar: vérase el bótox que, de manera periodica, se aplica entre las cejas.
Y a principios de año estuvo en el punto de mira por una transformación en los labios que ella alegó que se debía a una picadura de un insecto, pero que levantó serias sospechas de tratamiento médico estético.
No es lo único. En 2014 se metía en un quirófano para operarse el pecho. Sus intenciones pasaban por dedicarse al mundo de la moda, y consideraba que lo tenía demasiado flácido. Tampoco le convencían sus abdominales, algo que decidió cambiarse la pasada primavera en una intervención a la que se había sometido semanas antes Leticia Sabater.
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