El Día Nacional de Mónaco solía celebrarse tradicionalmente según la fecha del santo del monarca que reinaba en cada momento. Cuando Rainiero III falleció y su hijo Alberto II llegó al poder, este decidió romper la tradición y mantener la fecha vigente durante el reinado de su padre, el 19 de noviembre. Charlene y Alberto acudían hoy a la catedral de Mónaco como máximos representantes de la realeza en este día, aunque acompañados por el resto de la familia. La mujer del príncipe soberano destacaba por su contemporáneo estilismo, articulado por completo en blanco impoluto.
Charlene de Mónaco ha sabido enfrentarse al frío invernal con un elegante y efectivo pantalón palazzo, que ha combinado con un jersey grueso de cuello alto en el mismo color. Para rematar el conjunto, un gran abrigo de paño –también blanco– aportaba la dosis extra de contemporaneidad, si cabe. Con grandes solapas que continúan destacando por detrás del cuello, el único elemento distintivo del estilismo es la condecoración decorativa con los colores de la bandera del principado, a modo de broche en una de las solapas.
Los complementos no han sido menos, pues el elemento del estilismo que más ha destacado ha sido el sombrero, discreto, ladeado y con una tira de satén que lo rodea. Muy necesario para conseguir un look así de impecable. El detalle final que demuestra que todo estaba pensado al milímetro son los elegantes guantes, aparentemente del mismo tejido que el abrigo. Los zapatos rompían ligeramente esa monocromaticidad, destacando en un blanco roto casi gris.
Precisamente el elegante sombrero es lo que nos ha recordado a un estilismo muy parecido que llevaba Melania Trump en abril de 2018. Adaptado a su estilo y con falda de tubo, el sombrero con el que la primera dama estadounidense apostaba por el blanco era bastante más llamativo y quedó marcado por la burla.
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