Quizás no haya Primera Dama más icónica por su estilo que Jackie Kennedy. Durante décadas, ella se convirtió en la mejor definición de la elegancia americana atemporal con su discreto, pero nunca aburrido, sentido del estilo. Naturalmente, su gusto impecable la llevó a preferir ciertas marcas, confiando en ellas una y otra vez y apostando por looks que décadas después siguen estando entre los más inspiradores. Aquí, algunos de sus favoritos, incluidas las sandalias de inspiración italiana de las que nunca tenía suficientes, las joyas que le ayudaron a brillar y los productos de belleza que adoraba.
El estilo icónico de Jackie ayudó a crear las clásicas sandalias Jack de Jack Rogers. Después de enamorarse de la sencilla silueta de un par de sandalias con pespuntes, Jackie se las llevó a los Estados Unidos y pidió a su zapatero de Palm Beach que se las recreara. El estilo se volvió tan popular al instante que dio lugar a la marca.
Como Primera Dama, Jackie tuvo que apostar por ropa de diseñadores de moda estadounidenses, lo que la llevó a tener un vínculo estrecho con el diseñador Oleg Cassini. Él fue el encargado de diseñar muchos de los icónicos y coloridos trajes de falda y chaqueta de Jackie, incluido este rojo, inspirándose en las tendencias europeas.
Jackie era, sin duda, una gran fan de este bolso y se la fotografió luciéndolo con tanta frecuencia que la compañía cambió el nombre de este modelo por el bolso ‘Jackie’.
Aristóteles Onassis le compró a Jackie el perfume Lovely Patchouli 55 de Krigler (la última fragancia creada por el fundador de la perfumería, Albert Krigler antes de su muerte) el día en que le pidió que se casara con él en 1968. «Se conoció como la fragancia Jackie O porque ella empezó a usarla cuando se convirtió en Jackie O», confirmó a T&C Ben Krigler, el propietario de la quinta generación de la empresa.
Las gafas de sol son, sin duda, el accesorio más icónico de Jackie Kennedy. A lo largo de su vida compró muchos pares del modelo oversize de la marca francesa François Pinton, que incluso diseñó un modelo especialmente para ella.
La exprimera dama poseía muchas joyas de Tiffany & Co. Era una gran admiradora de las piezas de la marca que fueron diseñadas por Jean Schlumberger y tenía muchas de sus coloridas pulseras Criosillon de oro y esmalte, así como este broche con motivo de frutas que fue un regalo de JFK para celebrar el nacimiento de su hijo, John John Kennedy, en 1960.
Entre los relojes favoritos de Jackie estaba el clásico reloj Tank de oro de Cartier con correa negra, un regalo de su cuñado Stanislas Radziwill en 1963, que pronto se convirtió en una de sus piezas favoritas. Ella lució el reloj atemporal durante décadas, y Cartier todavía vende una versión en la actualidad.
Laszlo era el gurú de la piel de Jackie (también trabajó para Audrey Hepburn y Marilyn Monroe), y ella incluyo en su rutina diaria muchos de sus productos, incluidos su Phelityl Oil y su Light Controlling Lotion.
Cuando necesitaba un vestido para ocasiones especiales, Jackie solía recurrir al diseñador Valentino Garavani. Creó algunos de sus looks más famosos, incluido el vestido que usó en su segunda boda con Aristóteles Onasis, y este vestido verde esmeralda que usó en un viaje a Camboya en 1967.
Los maquilladores de Jackie revelaron que era fanática del maquillaje de Elizabeth Arden y que generalmente confiaba en la base Flawless Finish de la marca y en los lápices labiales de color rosa pálido y nude.
Vía: Town & Country US
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