Ha vuelto con un formato televisivo que le sienta como anillo al dedo. Con ‘Animales nocturnos’, Cristina Tárrega abre cada semana las líneas de Telecinco para que el telespectador cuente lo que quiera. Dice que está ilusionada y como todoterreno que es, no para de trabajar tanto delante como detrás de las cámaras. Si Tárrega tiene éxito en su carrera, en su casa tiene matrícula de honor. Casada con Mami Quevedo, se deshace en elogios cuando habla de su hijo, Marco, de 16 años.
¿Por qué el título de ‘Animales nocturnos’?
Porque es a una hora un poco salvaje y todos somos animales.
Si fueras un animal, ¿cuál serías?
Una leona, porque cuido de la manada.
¿Ilusionada?
Satisfecha, porque quería volver a recuperar un formato donde el telespectador tuviera una presencia importante. Creo que era el momento idóneo después de lo que hemos pasado. Estoy muy contenta porque me gusta mucho el ser humano y me siento como pez en el agua.
Eres como el Teléfono de la Esperanza. ¿Tienes miedo a que se te encasille?
No, porque he hecho otras muchas cosas. Pero sí quiero que el anónimo tenga protagonismo.
¿Hacéis seguimiento de los casos?
Continuamente. Y ahora que has dicho lo del Teléfono de la Esperanza, a mí en un futuro me gustaría contar con un equipo de profesionales. El programa tiene mucho espíritu. España siempre ha sido muy solidaria.
¿Algún caso que te haya tocado emocionalmente?
Por ejemplo, el chico que se ha encontrado con una obesidad y su madre depende de él. Y de la noche a la mañana se ha encontrado que no puede seguir adelante. Hay miles de casos.
¿Cómo controlas en el directo tus emociones?
Igual que en la vida real: si tengo que llorar, lloro; si tengo que reír, río, y si tengo que saltar, salto. Intento ser yo.
¿Si no hubieras sido periodista, habrías sido psicóloga?
Si hubiera estado a la altura sería médico. Me encanta la Medicina y reunirme con médicos. Pero no fui apta para estudiar Medicina. Con esta pandemia nos hemos dado cuenta de que estamos en manos de los médicos, que son nuestros guerreros.
«Si hubiera estado a la altura sería médico. Me encanta la Medicina y reunirme con médicos»
En este confinamiento, ¿cuál ha sido el momento más duro?
La impotencia. Porque nos confinaron tarde. Y estar lejos de mis padres. Que estaban en Valencia y tienen 82 años.
¿Has llegado a tener miedo a la muerte?
No. Tengo respeto a la muerte. Esto ha venido para convivir con nosotros hasta que llegue la vacuna. Nosotros tenemos que protegernos. En mi caso, yo pasé el coronavirus y no tuve miedo.
Siendo madre, ¿cómo se le explica todo lo que hemos vivido a un chico adolescente como el tuyo?
Mi hijo lo vive con mucha normalidad. Acaba de cumplir 16 años y es muy maduro y procesa las cosas de una forma muy cerebral, ha salido a mi padre. Es un chico que es más prudente que muchos adultos. Se ha informado mucho. Así que, no le he tenido que explicar mucho. Los niños nos han dado una elección impresionante a los adultos.
¿Estás preparada para que tu hijo te presente a una novia?
¡No! Me gustaría que mi hijo tuviera una novia que le diera tranquilidad y no le quite los pies de la tierra. Los estudios son muy importantes y quiero que siga estudiando igual de bien que lo hace ahora.
Tú a los 16 años seguro que tuviste novio.
Bueno… Pero yo creo que no estoy preparada para eso. Aunque el día que llegue, le abriré las puertas.
Eres compañera de Lequio, ¿te ha afectado la muerte de Aless?
Para mí Aless no era el hijo de Ana Obregón y de Lequio. Era una persona con la que colaborábamos, él con su empresa de marketing digital y yo con la mía de comunicación. Yo no lo conocí por ellos, lo conocí por trabajo. Para mí ha sido una pérdida muy grande, me afecta mucho porque era muy brillante. Yo quería a Aless.
«Aless Lequio era brillante»
¿Los hijos de los famosos pueden ser brillantes?
Aless lo era. De todos no se puede decir lo mismo, porque no salen todos iguales. En el caso de Aless ha tenido una madre muy famosa y siempre ha querido ser él. Y en el caso de mi hijo, la fama le espanta. Recuerdo una anécdota en Málaga, estábamos cenando en un restaurante y se acercó a saludarnos Antonio Banderas y mi hijo pregunto: ‘¿En qué equipo ha jugado?’.
¿Le gusta el fútbol?
Claro, como a su padre. Ellos están hablando todo el rato de fútbol.
Mami y tú lleváis muchos años casados, ¿cuál es el secreto?
El secreto es el vínculo. Nosotros tenemos muy claro lo que queremos en la vejez.
¿Te ves envejeciendo con Mami a tu lado?
Por supuesto, y él conmigo. Nosotros ya hablamos de eso. Mami ha cumplido 51 y yo tengo 53 años, ya no somos niñatos. Nos encanta cuidarnos. En mi casa somos un equipo.
¿Molesta pasar la barrera de los cincuenta?
A mí no me gusta ni que me feliciten. Dejo pasar el día, me obligan a soplar las velas. La edad biológica es una cosa, pero la edad está en la cabeza, yo sigo teniendo mi inocencia y sigo siendo igual de divertida. Ahora me acabo de comprar un karaoke. No quiero perder eso que tengo.
«Me acabo de comprar un karaoke»
¿Sigues cantando?
Pero cada vez peor. No desafino, porque tengo muy buen oído ¡y descubriría éxitos! Pero como fumo, cada vez tengo peor voz. Mi madre me lo dice y yo le digo que no se preocupe porque yo modulo (risas).
Decías que eres una leona, ¿llevas tú los pantalones en casa?
Para nada, yo soy la secretaria de mi casa.
¿A quién te gustaría entrevistar en tu programa?
A Trump, pero creo que no va a venir.
¿Entrevistarías a Mami?
Nunca me ha dejado. Cuando era futbolista huía de la prensa. Él es un hombre de campo, no de prensa.
Daniel I. Carande.
Fotos: Gema Checa.
Ayd. de foto: Carlos Hidalgo.
Estilismo: Isabel Dorado.
Maquillaje y peluquería: Cochi Alexander.
Agradecimientos: La Masía de José Luis. Paseo Puerta del Ángel s/n.
Teléf.: 914 798 615.
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