Diego Matamoros ha pasado por una auténtica montaña rusa de sentimientos desde que su mujer, Estela Grande, entrase en ‘GH VIP 7’. Bueno, más bien, los altibajos comenzaron cuando esta acercó posturas con Kiko Jiménez en la que muchos vieron dobles intenciones y, otros tantos, tan solo una estrategia dentro de las tramas que ofrece el ‘reality’.
Fuera de una manera o de otra, Diego se alejó de los platós, perdió más de 10 kilos y llegó a manifestar públicamente que iba a romper con Estela, para luego dar un paso atrás y regresar a la postura de querer escucharla a su salida de la casa. Incluso, vimos un enfrentamiento con Kiko en plató y nos contaron que tuvieron otro, más subido de tono, fuera de cámara, por los pasillos de Mediaset.
En este escenario, y con Matamoros convencido de que tiene que apoyar el concurso de su esposa hasta el final, ayer subió hasta la casa de Guadalix de la Sierra para reencontrarse con ella casi tres meses después. Lo que no nos podíamos imaginar era cómo iba a reaccionar él. No con respecto a Estela, sino a la cadena del ‘reality’.
«Estoy muy nervioso, muy nervioso, con la ilusión de un niño… tengo muchas ganas de verla, ayer me enteré que subía y no he dormido. Evidentemente, en muchos momentos lo he pasado muy mal y no he dormido, pero es pasado. Ahora solo quiero verla, abrazarnos… Está claro que llevo luchando mucho tiempo por mi matrimonio», decía poco antes de ponerse cara a cara con la modelo. Aunque, primero, esta, que ya es finalista se reencontró con su amigo Kiko que, según Diego, no le fue sincero.
«Tranquilízate, estoy contigo, gordi. Yo te quiero», eran sus primeras palabras para espantar los fantasmas de que él estaría decepcionado con su comportamiento. «El otro no te ha contado la verdad. ¿Sabes que cuando le expulsaron dijo que era un montaje vuestro? Ese tío ha tenido conmigo la mundial. Esos dos sinvergüenzas, que lo vea todo el puto mundo, se han reído de nosotros, del episodio de 2017. Yo confío en ti. Estate tranquila. Yo no había subido a esto», le decía.
Era entonces cuando cargaba contra el programa y los vídeos que se le habían puesto a su mujer para ponerla en su contra. «Espero que le próximo día se lo hagamos a Adara con su marido. Esto es una cerdada. Yo me había comprometido a ver a mi mujer, no a esta mierda, a esta puta mierda. Habéis puesto los vídeos que habéis querido, no los que teníais que haber puesto. Os habíais podido esperar al jueves», reprochaba, mientras Carlos Sobera, de manera estéril, trataba de apaciguar sus ánimos.
La cadena me ha reventado»
«La cadena me ha reventado. He estado muy mal con ansiedad», añadía, cargando la culpa de sus problemas de estos meses a Telecinco. Y provocando que Sobera le parara los pies en seco: «No me parece bien que diga que la cadena le ha acosado durante semanas. Han ocurrido cosas fuera de la casa que la cadena podría haber puesto y no lo ha hecho». Un alusión a esas posibles infidelidades de Diego durante la ausencia de Estela.
Ahora la duda es si el hijo de Kiko Matamoros dejará de acudir a plató o si tendrá que hacer frente a su comportamiento desmedido de anoche.
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