Lo último que sabíamos de Julián Contreras era que las consecuencias económicas de la pandemia habían hecho mella en sus negocios. Ahora, el hijo de Carmina Ordóñez vuelve a ser noticia, pero esta vez porque ha decidido someterse a un retoque estético ante el que ha sido sorprendido a las puertas de la clínica en la que se lo ha realizado.
Es la revista ‘Semana’ la que muestra este miércoles en su portada las fotos de Julián, pillado ‘in fraganti’, a las puertas de la madirleña Clínica Livet, después de hacerse un injerto capilar. Tal y como apunta la revista, llegó solo sobre las seis de la tarde, y abandonó el centro médico dos horas más tarde. Lo hizo en compañía de una chica de la que se desconoce, por ahora, su identidad.
Con la mascarilla de rigor convenientemente puesta y con unos vendajes en la parte posterior de la cabeza, Julián evidenciaba que se había realizado ese trasplante de cabello. El mismo para el que deberá esperar tres meses para ver el resultado final. Y una modificación estética que, a simple vista, no parecía necesitar.
Lo cierto es que, después de muchos vaivenes en su vida, parece estar tranquilo y feliz. Eso se desprende de sus redes sociales y de esa vida alejado lo máximo posible de los medios que le ha dado una paz que necesitaba para hallar el ansiado equilibrio. Julián, que ha pasado el confinamiento en soledad en Móstoles, ha dado un giro a su vida. Y ahora, también a su imagen.
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