En medio del coflicto racial que se ha levantado en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd cuando estaba bajo custodia policial, están saliendo a la luz muchas historias en el panorama ‘celebrity’ que no dejan en buen lugar a rostros más que reconocidos en tanto en cuanto a sus actos con la población negra con la que trabajan. No hay nada más que ver el embrollo en el que se ha metido Lea Michele, tras ser acusada primeramente por Samantha Ware, y cómo ha tenido que admitir que está reflexionando sobre sus comportamientos del pasado.
Pero no parece la única de la que se airean trapos sucios relacionados con este tema que ha causado una ola de manifestaciones a nivel mundial. La última en verse involucrada en un asunto de estas características ha sido Jessica Mulroney. Y para quien no caiga en la cuenta de quién es, así tan solo leyendo el nombre, diremos que es la mejor amiga de Meghan Markle, la que se quedó al cargo de su hijo cuando ella y Harry volaron a Inglaterra ha rematar sus actos previsto en la agenda real.
Ha sido Sasha Exeter quien, en un extenso vídeo en Instagram TV, ha señalado a Jessica como ejecutora de amenazas y de comportamientos que ella califica como racistas, con el agravante de que se habría atrevido a realizarlos justo en este panorama que se ha dibujado tras el fallecimiento de Floyd. Y sus palabras son muy duras contra Mulroney.
«He estado en silencio ¡Ya no más! Estoy acostumbrada a ser muy transparente en esta plataforma. Creo que es la razón principal por la que la mayoría de ustedes me siguen. Hoy, estoy hablando sobre algo que me ha perseguido durante la última semana. Me sentí como un completo fraude luchando por la igualdad racial y usando mi voz abiertamente aquí, mientras dejaba que una mujer blanca silenciara la mía a puerta cerrada«, escribe junto a la grabación.
«Al compartir esta historia muy personal, sé que estoy arriesgando mucho. Abriéndome a la crítica, el bullying y las posibles ramificaciones con mi trabajo en este espacio. Sin embargo, debo decir mi verdad. Ya es suficiente. Espero que mi voz sea escuchada por muchos y ayude a cambiar las cosas para la próxima generación y para mi hija Maxwell … porque me condenaría si mi hijo alguna vez tiene que lidiar con este nivel de ignorancia», termina antes de dar paso al vídeo en el que señala a Jessica de manera directa.
Exeter explica que Mulroney se ofendió por la llamada que hizo a la acción en medio de las protestas en las calles de multitud de ciudades de Estados Unidos. Realizó con comentario que dio pie a una disputa lejos de los ojos de los usuarios de las redes sociales. En la intimidad. Llegando a traspasarse una línea que Sasha no está dispuesta a permitir.
«Lo que sucedió después fue una serie de comportamientos y palabras que desembocaron en que Mulroney me envió una amenaza por escrito el miércoles pasado», explicaba, añadiendo: «De ninguna manera estoy llamando a Jess racista, pero lo que diré es que ella es muy consciente de su riqueza, su poder y privilegio percibidos por el color de su piel. Y eso, amigos, le dio la confianza para mandarme esa amenaza».
Sentidas disculpas
Ante la gravedad de las acusaciones, Jessica (que insistimos en que es uña y carne con Meghan, que también ha tenido que soportar lo suyo por el color de su piel), se ha visto obligada a emitir un comunicado en su cuenta de Instagram, ofreciendo su punto de vista sore estas diferencias que, si bien no desmiente, sí que matiza.
«Como algunos de ustedes habrán visto, @sashaexeter y yo tuvimos un desacuerdo», comienza ese counicado que está compuesto por una serie de imágenes compartidas en Instagram, la misma plataforma donde recibía el ataque. «Ella me llamó por no hacer lo suficiente cuando se trataba de participar en la conversación importante y difícil sobre la raza y la injusticia en nuestra sociedad. Me lo tomé como algo personal, y eso está mal. Sé que necesito hacerlo mejor. Lo que tenemos una plataforma debemos usarla para hablar», proseguía.
«Quiero decir, desde mi corazón, que cada palabra de mis disculpas a Sasha en el transcurso de las últimas dos semanas en privado, y nuevamente, de manera pública como privada hoy, son verdad», continúa Jessica. «No tenía ninguna intención de poner en peligro su medio de vida. Tuvimos un desacuerdo y se nos fue de las manos. Por eso lo siento», reconoce su mal obrar.
Mulroney sigue con su reflexión sincera, a corazón abierto: «También sé que esto no se trata de mí, ni debería ser sobre mí. Se trata de la comunidad negra que ha sido objeto de racismo, discriminación y violencia durante demasiado tiempo. He considerado decirlo públicamente, pero reconozco que eso no es suficiente. Es por eso que voy a dar un paso atrás en las redes sociales en los próximos días y cederé mi micrófono a las voces negras para que se hagan cargo de mi cuenta y compartan su experiencia. Trataré de usar este tiempo para reflexionar, aprender y escuchar. También le pregunté a Sasha si estaría dispuesta a hacerse cargo de mi cuenta cada vez que se sienta cómoda y contar su historia».
«El verdadero trabajo de generar cambios va más allá de Instagram, y quiero que sepan que estoy comprometida a utilizar todas las plataformas y recursos disponibles para continuar con el importante trabajo de lucha contra el racismo. Espero que todos ustedes continúen considerándome una persona responsable», concluye.
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