La televisión inglesa Channel 5 estrenó anoche un nuevo documental sobre Diana de Gales, Diana: el último verano. La princesa falleció un 31 de agosto de 1997, en París. Y el documental recrea minuciosamente sus últimos meses hasta el fatídico accidente. Entre las voces, la periodista y confidente de Diana, Eve Pollard; su exmayordomo Paul Burrell; su secretario personal o sus exguardaespaldas. Entre todos, reconstruyen paso a paso su vida desde, precisamente, un viaje a Pakistán, hasta su trágico final en la capital francesa. Dando relevancia a una tesis: que su aventura romántica con Dodi Al-Fayed, su acompañante en el accidente mortal, fue el rebote tras el rechazo del "gran amor de su vida": el cirujano anglopakistaní Hasnat Khan, al que el mayordomo de Diana acostumbraba a colar en el palacio de Kensignton escondido en el maletero del coche, para mantenerle alejado de los paparazzi.
En concreto, Eve Pollard revela que Diana tenía planeada una vida muy distinta a aquel verano de jet set entre St. Tropez y París. La princesa de Gales habría mantenido largas conversaciones con Jemima Goldsmith, por entonces esposa de Imran Khan, amigo de Diana (y sin parentesco con Hasnat) y hoy primer ministro del país asiático, sobre cómo sería mudarse a Pakistán. Pollard coincide en algo que Tina Brown, ex directora de Tatler y de Vanity Fair, ya había dejado por escrito en su libro Las crónicas de Diana: el cirujano había sido el gran amor de Diana. Una relación que empezó en 1995 y se prolongó hasta mediados de 1997. La presión de los titulares, una vez más, se interpuso entre Diana y la felicidad.
Diana buscaba en sus conversaciones con Goldsmith, según Pollard, saber si ella podría hacer lo mismo que su amiga: dejar Inglaterra, casarse y vivir en Pakistán. Algo que desembocó en ese viaje inicial que narra el documental y que fue el principio del fin. Aquel viaje tenía un motivo oculto: conocer a los padres de Khan y pasar más tiempo con él. Sin tener que recurrir, como desvela el mayordomo Burrell en el documental, a que el mayordomo tuviese que colarle en el palacio de Kensington por la puerta trasera y escondido en el maletero del coche oficial, como sucedía antes del divorcio.
Pero fue ese viaje el que hizo que su relación llegara a las portadas de los periódicos, algo que aterró al cirujano –el propio Hasnat Khan ha declarado alguna vez que su familia no puso ningún obstáculo a la relación– y que hizo que se distanciase de Diana. Dolida, la princesa buscó refugio en Dodi Al-Fayed, un romance de rebote y muy público, destinado a remover los sentimientos del médico y reavivar la relación. "Diana me preguntaba", confiesa Burrell, "si sabía algo de Hasnat, (…) si él había visto las fotos [del romance]".
Sin embargo, antes de que el plan surtiese efecto, llegó el accidente.
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