En el plató de ‘Sálvame’ podría adaptarse el dicho y decir que, «el que esté libre de retoque, que tire la primera piedra», pero lo cierto es que ayer se habló, en ese escenario, del paso por un centro estético de alguien ajeno a la ‘familia’ del programa de Telecinco. Aunque, debemos admitir, es uno de los grandes nombres de la actualidad rosa desde hace casi tres semanas.
Nos referimos a Edmundo Bigote Arrocet, al que Carmen Borrego repartía estopa este miércoles en la revista ‘Lecturas’ y servía para que en Mediaset se alimentase el debate de la ruptura del humorista con María Teresa Campos (con Carmen bastante mal parada en las críticas de los que fueron sus compañeros, por cierto).
¿Qué tiene que ver el final de su romance con la cirugía estética? Poco. Pero parece que sí tiene que ver con el hecho de que Edmundo alargase su estancia en su Chile natal el pasado verano, cuando acudió y por la muerte de su exmujer. Una situación que llevó a hablar, de nuevo, sobre unas presuntas infidelidades que podrían haber sido el principio del fin.
No quería aparecer en España con esa deformación»
Pero volvamos al retoque. Según Lydia Lozano, fue un paso por quirófano para mejorar su imagen lo que desencadenó que tuviera que quedarse más días de los que tenía planeados en un principio. «El señor Edmundo Arrocet estaba allí por el tema de la herencia, pero su estancia se alargó porque este señor se metió en quirófano porque a él le gustan mucho las operaciones de estética«, comenzaba contando Lydia.
Esta concluía la historia: «Se hizo un ‘lifting’, una cosa en la cara, gratis, con su amiga la médico. Pero desgraciadamente le quemaron la cara y entonces se tuvo que quedar. Para él no era fácil explicarlo, porque a él le importa mucho su pelo, su cara y su cuerpo, entonces no quería aparecer en España con esa deformación».
Fuente: Leer Artículo Completo