Hace un par de meses, el príncipe Harry emitía un comunicado para defender a su mujer, Meghan Markle, de las informaciones inciertas que los medios de comunicación habían publicado sobre ella. Todos sabemos cómo acabó aquello: con una batalla judicial y una huida a Canadá por parte del matrimonio. Ahora es Enrique de Luxemburgo quien parece estar siguiendo una estrategia parecida.
Este ha remitido un comunicado en el que sale a defender a su mujer, la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo, ante las informaciones a las que ha tenido que hacer frente últimamente. Sobre todo, a ese informe que verá la luz en los próximos días, encargado por el gobierno, y en el que, según el diario ‘The Lëtzebuerger Land’, María Teresa Mestre no sale bien parada.
«¿Qué sentido tiene atacar a una mujer? ¿A una mujer que defiende a las demás mujeres? ¿A una mujer a quien ni siquiera le está permitido defenderse?«, lanza estas preguntas en unas líneas que ha escrito desde el hospital, sin separarse de su cuñado Luis, que permanece ingresado en la UCI.
«Movido por un espíritu de apertura, transparencia y modernidad, acepté que pudiera llevarse a cabo la misión que deseaba realizar el primer ministro», explica sobre esa investigación que se está llevando a cabo para dar la máxima transparencia al modo en el que se gastan los 11 millones de los presupuestos del estado que les corresponden. Pero deja claro que no lo hizo para que su familia fuese atacada.
Y es justo por eso que aprovecha este escrito para sacar las uñas por ellos: «Se ha puesto injustamente en entredicho a mi esposa, madre de nuestros cinco hijos y abuela amantísima. Esto ha afectado a toda mi familia». Además, defiende a su mujer de las acusaciones que ha recibido de tener un carácter dictatorial, recordando la cantidad de actividades solidarias en las que está embarcada.
«Me llenan de orgullo el compromiso, la inteligencia y el denuedo con que mi esposa lleva a cabo todas sus actividades. Su entrega al servicio de nuestro país, a mi lado, desde hace 39 años es ejemplar y me resulta indispensable», se deshace en elogios a su mujer.
Y concluye zanjando las especulaciones sobre una posible abdicación que han circulado de un tiempo a esta parte: «Continuaremos a vuestro servicio, trabajando por vosotros y por Luxemburgo. Sobre todo en este momento crucial en que nuestros hijos inician una vida familiar, consideramos nuestro deber de padres el permitirles que disfruten de estos años tan preciados en su calidad de príncipes herederos».
Fuente: Leer Artículo Completo