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Fayna Bethencourt se sentaba en el ‘Chester’ para contar el infierno que vivió junto a Carlos Navarro, ‘El Yoyas’. En la actualidad, Navarro se encuentra en «busca y captura», ya que no se presenció para su ingreso en Prisión el pasado 14 de noviembre. El ex gran hermano está condenado por un delito de maltrato continuado hacia su mujer y también a sus dos hijos, y Fayna intenta por todos los medios alzar la voz para que su caso no se aísle y que ninguna mujer aguante todo lo que aguantó ella. La pareja se conoció en la segunda edición de ‘Gran Hermano’. Él terminó saliendo antes que ella de manera disciplinaria, ya que tuvo un mal comportamiento dentro del programa. Nada más salir Fayna del concurso explicó que él no la maltrató, palabras de las que se arrepiente ahora muchísimo pero en ese momento no veía la realidad.
«Yo me enamoré de un tío que decía que amaba a su familia y ayudaba a las señoras mayores con las bolsas (…) Te vende la moto de que ‘tú eres la primera mujer de la que se ha enamorado’ y tiene las necesidad de ayudarle. Empezamos la relación al revés. Nosotros empezamos una convivencia y el hecho de haber empezado la relación en Gran Hermano nos condicionó mucho. El maltratador lo primero que hace es aislarte. En ese aislamiento yo conozco la parte más amable», comenzaba contando Fayna.
«¿Cuándo aparece el monstruo?», le pregunta Risto liberando todo lo que tenía dentro la entrevistada: «No tardó en aparecer. Seguíamos en Madrid y en la calle, al contestar una cosa, me apretó tanto la mano que se me saltaron las lágrimas. Lo primero que pensé es que espero que no lo haya visto nadie. Las agresiones más brutales fueron hacia el final de la relación».
Carlos Navarro empezó, no solo a maltratar físicamente a Fayna, sino de manera psicológica: «Él me decía que el de la tele soy yo y yo di por sentado que yo me tenía que quedar en casa con mi hija. Hubo un momento en el que vivíamos en la montaña alejados y no me dejaba ir a la compra. Me decía que si le ponía los cuernos el Garrafo era muy grande. Dando a entender de que si te entierran, no te van a encontrar». La primera denuncia contra el padre de sus hijos la retiró, pero finalmente, tras un episodio en el que él se presenta en Canarias a grito limpio, Fayna y su padre deciden ponerle una nueva denuncia.
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