Se veía venir. Porque, por muy buena relación que hubiera tenido Goria Camila Ortega con la mujer de su padre, Ana María Aldón (así ha vuelto de reforzada de Honduras), su sobrina Rocío Flores (su gran cambio como personaje televisivo) siempre ha sido su debilidad. Su ojito derecho. Así que, ¿a quién le extraña ahora que esta noche vaya a tener el corazón partido ante esa final de la que ambas son protagonistas (con permiso de ese tercero en discordia que aún falta por descubrirse si es Hugo Sierra o Jorge Pérez).
A Gloria se le ha echado en cara, durante estos tres meses, la tibieza con la que ha defendido a Ana María. Para eso estaba en el plató cobrando un dinero nada despreciable. Se le ha reprochado que, cuando haya habido conflicto, se haya puesto siempre de parte de Rocío, cuando el sueldo se lo llevaba por defender a la diseñadora. No ha gustado en el entorno de Aldón cómo se ha portado, provocando, incluso, una llamada de la hija de esta, Gema, que terminaba en bronca monumental.
Así que, la papeleta de esta noche, es de órdago. Máxime cuando uno de los clubes de fans de la hija de José Ortega Cano publicaba días atrás una imagen de esta lanzando un beso en una foto en la que se ve a Rocío en una de las esquinas de la misma. En sus redes sociales, en esta mañana de jueves, a escasas horas de la final, ni rastro de apoyo a Ana María.
Gloria no deja muestra de apoyo en su Instagram por su defendida. Bien es cierto que tampoco decanta la balanza por su sobrina. Pero las cuentas afines a esta, sí que tienen claro que, para ellos, su favorita es Rocío. Y eso se debe a que la joven, queriendo o sin querer, sí ha tomado partido con sus gestos y sus actitudes en plató.
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