Hubo un tiempo en el que las estrellas de Hollywood podían no solo interpretar a personajes transgénero en el cine, sino que incluso llegaban a recibir nominaciones al Oscar por hacerlo como le ocurrió a a Felicity Huffman por Transamerica (2005) o, más recientemente, a Eddie Redmayne por La chica danesa (2015).
Pero por suerte las realidades cambian y en los últimos años cada vez son más las personas trans las que reclaman que esos papeles sean ofrecidos solo a personas que formen parte del propio colectivo. Que ninguna estrella CIS les robe el poquito espacio que la industria les ofrece.
De ahí que cuando Halle Berry anunció el pasado viernes que iba a meterse en la piel de un hombre en su próxima película, fueran muchas más quejas que cumplidos los que recibió en sus redes sociales. La mayoría de ellos pidiéndole que entendiera por qué estaba mal que hubiese aceptado este papel poniéndole como ejemplo a aquellos actores blancos que se pintaban la cara de negro en los inicios del cine. Una práctica habitual a principios del siglo XX que hoy nadie en su sano juicio defendería.
“Quiero experimentar ese mundo, quiero entenderlo. Sí, ella se convirtió en un hombre, pero quiero entender el porqué y el cómo. Quién es esta mujer es muy interesante para mí. Este será probablemente mi próximo proyecto como actriz”, explicó Berry hablando de este proyecto sin darse cuenta de todo lo que estaba mal en su discurso. Para empezar, usar el pronombre ‘ella’ para describir a un hombre trans.
Pero como ya le ocurrió a Scarlett Johansson hace dos años por una situación similar, Berry al final recapacitó y ha decidido no seguir adelante con sus planes. Y no porque se sintiera amenazada por las críticas recibidas, sino porque tal y como ella misma ha explicado en redes, gracias a todos esos comentarios de personas trans se ha dado cuenta de la discriminación que hoy todavía sufren. Algo de lo que ella no quiere formar parte.
“Durante el fin de semana he tenido la oportunidad de discutir con varias personas sobre el papel de hombre transgénero que estaba pensando interpretar y me gustaría pedir disculpas por la manera en la que hablé de ello”, escribe la actriz en su comunicado.
“Como mujer cisgénero, ahora entiendo por qué nunca debí considerar interpretar este papel ya que es la comunidad transgénero la única que debería tener la oportunidad de contar su propia historia”, continúa dando razón a sus críticos.
“Estoy muy agradecida por los consejos y las conversaciones críticas de estos últimos días y prometo que seguiré escuchando, educándome y aprendiendo de este error. Me comprometo también a ser una aliada al usar mi voz para promover una mejor representación en la pantalla del colectivo, tanto delante como detrás de la cámara”, concluyó la actriz, que ya ha recibido el aplauso de asociaciones como GLAAD, la más importante de Estados Unidos en la defensa de los derechos de las personas LGTBQ.
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