Numerosos millennials recordarán aquellas tardes de verano merendando Phoskitos mientras veían el show de Lizzie McGuire. Esta serie infantil se abrió paso exitosamente entre la programación de Disney en el año 2001, con la historia cómica de una niña de 13 años y sus dos amigos –Gordo y Miranda– y sus problemas cotidianos relacionados con la adolescencia. Su protagonista, interpretada por la cantante y empresaria Hilary Duff (33 años), enseñaba a los hijos de los ochenta y noventa a vivir el primer amor, a disfrutar de la amistad verdadera y a entender a los adultos. Una serie que allanó el terreno a otras posteriores como Zoey 101 y Hannah Montana.
Veinte años después, la artista icono de toda una generación continúa su carrera en series como Younger (Darren Star, 2015). A pesar de ser una de las niñas más famosas del 2000, su destino se aleja de otras niñas Disney coétaneas que terminaron convertidas en juguetes rotos –véase el caso de Lindsay Lohan, Britney Spears o Demi Lovato–. Duff sigue trabajando en lo que ama mientras presume en sus redes sociales de su familia. Continúa siendo un ejemplo, mostrando con naturalidad los retos de su etapa adulta como ser madre de tres niños: Luca Cruz (de 9 años, fruto de su primer matrimonio con el jugador de hockey sobre hielo Mike Comrie), Banks Violet (de 2 años, hija de su segundo y actual matrimonio con el músico Matthew Coma) y la recién llegada Mae James (nacida el pasado mes de marzo).
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Hemos hablado con ella sobre cómo le ha cambiado la maternidad, sus recuerdos de infancia y su nuevo libro, Mi niña valiente, un cuento infantil inspirado en su hija Banks que “anima a las niñas a llegar más alto”. Parece que Duff no solo va a conformarse con haber motivado a las millennial, sino que también pretende inspirar a la generación alfa a dar lo mejor de sí mismos.
“Eso es lo que me decía siempre mi madre. Me enseñó a aprovechar al máximo cada día y a ofrecer la mejor versión de mí misma en cada momento”, nos explica Duff sobre su progenitora, Susan Colleen, quien le acompañó en su primer casting [a la edad de 10 años] para la película Casper y la mágica Wendy. “Eso de sacarle el máximo jugo a la jornada puede parecer agobiante, pero no lo vivo así todo el rato. Me doy cuenta de que, cuando planeo un día y consigo cumplir todos mis objetivos, me siento muy realizada. Si no me organizo, me queda la cosa de que tengo algo pendiente. Esto no significa que no pueda tomarme un día libre para relajarme o prestarle atención a mi salud mental, pero definitivamente, lo mío es estar activa. Creo que mi madre siempre ha esperado mucho de mí, así que yo también lo hago. Para mí, ser productiva es muy satisfactorio”.
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En su rutina, Duff se organiza para trabajar en cine y televisión, y a la vez, dirigir su firma de productos sostenibles Happy Little Camper –de pañales y toallitas naturales para bebés–, y su marca ecológica Veeda –de productos de higiene femenina– con las que anima no solo a cuidar más el planeta sino a hablar con naturalidad de la menstruación. La artista concilia su vida profesional con la maternidad, que nos asegura que “consume la mayor parte de su tiempo”.
“No pasa un minuto en el que no esté poniendo a mis hijos en primer lugar, pensando en lo que será mejor para ellos y cómo hacerlos felices. La satisfacción y la felicidad que obtengo en las cosas más pequeñas es lo que me hace sentirme realmente agradecida”. Entre tantos proyectos y la nueva incorporación a su familia, Duff no puede evitar hablarnos de la conciliación y de su mayor apoyo, su marido. “Te mentiría si te dijera que no estoy nerviosa por cómo voy a organizarme el tiempo con la llegada del nuevo bebé. La presión porque cada uno reciba la suficiente atención siempre está ahí. Sin embargo, tengo la confianza de que mi esposo y yo sabremos cómo resolverlo”.
Una noche, tras llegar a casa después de un intenso día de trabajo, la actriz y cantante corrió a la habitación de su hija Banks a darle un abrazo. “La había echado mucho demenos durante la jornada y, mientras la mecía para que se durmiera, comencé a imaginar todas las formas en las que Banks deberá de ser valiente en su vida”. Fue entonces cuando surgió la idea de crear el cuento ‘Mi niña valiente”. “Pensé en lo fuerte que ya había sido en su corta vida, lo maravilloso que es ser una niña y en todo lo que deberá superar hasta convertirse en mujer y en cómo me hará sentir orgulla. Así que saqué mi teléfono y abrí la aplicación de notas. Comencé a escribir y sin darme cuenta, tras un rato fantaseando, me di cuenta de que tenía frente a mí la estructura de un libro precioso”.
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El cuento Mi niña valiente, ilustrado por Kelsey Garrity-Riley y que saldrá a la luz en español el próximo 23 de abril (Ediciones Camelot, trad. Rubén R Cubiella), sitúa a un grupo de niñas en diferentes escenarios. Cada ilustración está acompañada por una frase inspiradora con la que Duff pretende enseñar a los más pequeños de la casa a que “el futuro no tiene límites, que deben tener valía y arriesgar y, sobre todo, a que deben afrontar la vida con el corazón abierto”. Más o menos como ha hecho a lo largo de sus 33 años.
– Tu carrera como cantante, actriz y modelo ha inspirado a diferentes generaciones a pensar que todo es posible y a ver la vida con optimismo, ¿cómo crees que el mensaje ha cambiado desde entonces?
Es una pregunta difícil. No soy la misma que hace dos años. Creo que he cambiado mucho por las circunstancias vitales, las decisiones que he tomado y los errores que he podido cometer. También por el esfuerzo consciente e inconsciente que he practicado en mi vida. Si bien es cierto que el objetivo es el mismo: crecer más y mejor, de forma positiva y pensar siempre en progresar aunque nos cueste trabajo.
Duff nos cuenta que tuvo una infancia feliz, marcada por el paisaje montañoso de Texas donde se crio. “Era un ambiente muy rústico. Me encantaba jugar con mi hermana [la también cantante y actriz Haylei Duff] en el campo, usando mucho la imaginación y compartiendo con sencillez el tiempo juntas”. Nos cuenta que le gustaría que sus hijos disfrutaran igual que ella, y que heredasen de su personalidad “su calidez, empatía, conciencia y creatividad alegre”. Pero han sido ellos, especialmente la pequeña Banks, los que le han inspirado a dar forma a esta obra.
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“Banks es muy enérgica. Solo tiene dos años pero es una auténtica emprendedora, petarda al máximo, muy sensible, con una voluntad férrea y hace cualquier cosa por reírse. Me sorprende a diario con su crecimiento y con sus ganas de aprender cosas nuevas. Aunque es cierto que me inspiré en ella para esta obra, me gustaría que todas las niñas se sintieran identificadas con este cuento”.
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