Quienes le conocen, aseguran que es un gruñón. Y sus 500.000 seguidores en Twitter pudieron comprobarlo cuando escribió este mensaje dirigido a una cadena de comida rápida: «Fuera los gorros y la música de Navidad. Volved a intentarlo dentro de cuatro semanas. Eso no nos hace sentirnos más felices o gastar más. Nos hace crujir los dientes».
Esta no es la primera vez que el actor ha demostrado lo poco que le gustan las fiestas. Hace tiempo ya explicó: «Durante años he hecho lo posible para evitarlas. Incluso me las he apañado para trabajar en algún país musulmán y huir de ellas». Lo curioso es que él interpretó uno de los papeles más recordados de ‘Love actually’, una de las películas que más se ven en estas fechas. O quizá no sea tan extraño porque guarda un recuerdo espantoso del rodaje: «No quería hacer la escena en la que salgo bailando. Imagina que eres un inglés cascarrabias de 40 años, son las siete de la mañana, estás completamente sobrio y tienes que ponerte a bailar. Fue un absoluto infierno».
También su ex, Elizabeth Hurley, ha hablado alguna vez de su difícil carácter. «Sigue siendo mi mejor amigo y le quiero, pero es insoportable», contó en 2015 al ser preguntada porqué se rompió su relación después de 13 años juntos y de haber sobrevivido al escándalo de Divine Brown, cuando a él le pillaron con una prostituta en el coche.
Algo aún peor opinó Robert Downey Jr. después de trabajar con él: «Creo que es un cretino, un engreído, es aburrido y flor de un día». Y Hugh lo confirmó el año pasado: «Me odiaba, me miraba como si quisiera matarme y no sé porqué. Fue muy doloroso». Aunque tras leer las declaraciones, Downey Jr. corrió a hacer las paces.
Lo mismo le pasó con Drew Barrymore: «Creo que me odiaba. Pero la admiro. Éramos dos personas muy distintas». Y aún queda un último enemigo, el presentador Jon Stewart, que dijo de él que había sido su peor invitado. «Y eso que hemos tenido dictadores en el plató. Fue un dolor en el culo», añadió.
Y ahora, hablemos de amor. Después de su noviazgo con Hurley, le atribuyeron un romance con Sandra Bullock que él negó. Mantuvo una relación de tres años con las riquísima Jemima Khan.
La sorpresa saltó en 2011, cuando un comunicado anunció que el actor era padre de una niña. El representante aclaraba que la pequeña era fruto de un «romance fugaz». La madre se llamaba Tinglan Hong y aseguraron que era actriz.
El segundo hijo llegó en septiembre de 2012. La madre esta vez era la productora de televisión Anna Eberstein. Y justo a los tres meses, una nueva sorpresa: ¡otro hijo con Hong! Dijeron entonces que fue un reencuentro. El año pasado, a los 57, Hugh se casó con Eberstein, con la que ha tenido dos hijos más. O sea, cinco en total. Así que por mucho que odie la Navidad, le va a tocar celebrarla.
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