Andrés de York ha pasado del favorito de la reina Isabel II a oveja negra de la familia real británica. Después de haber estado envuelto en una gran polémica sexual, el duque de York ha sido apartado de la vida pública eliminando cualquier tipo de representación de la realeza británica. Ahora, la reina Isabel II ha cancelado también todos los eventos que la casa real estaba preparando para la celebración del 60 cumpleaños del duque que tendrá lugar el 19 de febrero de 2020.
Según el ‘Sunday Times’, la casa real planeaba una gran fiesta a la que acudirían algunas asociaciones benéficas pero dadas las circunstancias, la familia real ha apostado por desconvocar todas las celebraciones y eliminar los festejos y ‘castigar’ así al ex marido de Sarah Ferguson por toda la polémica generada en los últimos días. Ahora, la celebración quedará reducida a tan solo una cena familiar lejos de, por ejemplo, la gran fiesta con la que festejó su 20º cumpleaños en el que el castillo de Windsor se transformó en un paraíso tropical para 600 invitados.
El detonante ha sido la amistad del duque de York con Jeffrey Epstein, quien fuera acusado por prostitución de menores que acabó con su vida en la cárcel y la relación del duque con un menor de 17 años. Hasta ahora, la polémica ha crecido poco a poco pero parece que podrá seguir ampliándose sobre todo después de la petición de la abogada Gloria Allred –que representa a varias mujeres en demandas civiles contra el patrimonio de Epstein– para que el príncipe viaje de inmediato a Nueva York y responda preguntas en la investigación penal sobre el tráfico sexual asociado con Epstein.
Este ha sido el último escándalo de una larga lista de problemas que el primogénito de la reina ha causado a la familia real británica, todo a unos meses de la boda de la princesa Beatriz con el empresario italiano Eduardo Mapelli Mozzi que tendrá lugar en los primeros meses de 2020.
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