Isabel Pantoja: "Mi única preocupación es la salud de mi madre"

Es la protagonista (otra vez) de una actualidad que lleva su nombre grabado a fuego. La ausencia de Isabel Pantoja en el debut musical de su hija Isa P. fue el desencadenante de una cascada de desencuentros que les han llevado al caos familiar. Los Pantoja están revueltos. Isabel asiste impertérrita a las continuas provocaciones de su hija. La última, acusarle de filtrar información interesada a la prensa. Isabel no quiere hacer caso a quienes le advirtieron que todo esto iba a suceder.

Aunque se habla mucho sobre los verdaderos motivos que llevaron a Pantoja a no acudir a la presentación de su hija como cantante, lo cierto es que solo dos motivos forzaron su ausencia: el preocupante estado de salud de su madre y la mala relación que mantiene actualmente con Asraf, el novio de su hija, después de que mantuvieran una acalorada conversación a principios de mes.

La charla entre ellos fue muy tensa. Hubo reproches pero, sobre todo, preocupación por el bienestar de Chabelita. La gota que colmó el vaso fueron las imágenes en las que el modelo agarraba por el brazo a su hija. Isabel puso el grito en el cielo. Esta revista ha podido saber que Pantoja se puso en contacto con su abogada para saber hasta qué punto podía, de forma legal, entrometerse en este asunto. Llueve sobre mojado. Su desasosiego, lejos de los escándalos mediáticos, es que Isa repita esos patrones del pasado que le llevaron a pisar el hospital al menos en una ocasión. Aquella conversación entre una madre y una hija vulnerable sigue reverberando en su cabeza como un eco inagotable. No es extraño, pues nadie debería dudar de la pureza de su cariño y de las mil batallas luchadas por salvaguardarla de cualquier amenaza.

Mano tendida

Aunque difícil, Isabel está convencida de que habrá una reconciliación con la joven. Es su hija y le tenderá una mano siempre que lo necesite. Puede que porque Pantoja no es rencorosa. Ya le ha perdonado, incluso, que rompiera el pomo de la puerta de su casa de Fuengirola durante la discusión sin precedentes que ocurrió este verano y las barbaridades que le espetó durante el rifirrafe. Es evidente que Isa ha cruzado todas las líneas rojas. Tal vez por eso Isabel quiere que su hija reflexione y entienda que es momento de irse a galeras antes de que la barca llegue a Ítaca y el viaje, entonces, no tenga retorno.

En conversación con esta revista, Isabel muestra su evidente agotamiento. No solo físico, sino también psicológico. No quiere echar más leña al fuego y reconoce que su gran carga emocional es la salud de su madre. El mal del olvido que aqueja a doña Ana está mostrándole su cara más salvaje: «Está muy delicada y es, ahora mismo, lo que más me puede preocupar en el mundo», dice sin reminiscencias. En su breve discurso se la percibe más reflexiva tras días de volcánicas declaraciones mediante intermediarios: «Todo lo que está pasando corresponde a la vida de mi hija y ella sabrá, es su vida», insiste.

Y, mientras todo esto ocurre, Kiko Rivera inaugura en Sevilla la discoteca de la que, como informó ‘Corazón’, ha adquirido gran parte del accionariado. La fiesta para dar a conocer Hoyo fue todo un éxito. Aunque la sombra de Chabelita es alargada, nada empañó una noche cargada de emoción que tuvo a Irene Rosales como principal reclamo. Junto a ella quiso acallar cualquier rumor sobre su relación, puesta en duda en una semana más Pantoja que nunca.

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